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La pasada semana se seguía trabajando en las labores para subsanar los hundimientos surgidos en la A-8 entre Buelna y Santiuste. :: nel acebal
Las deficiencias se acumulan en el Pendueles-La Franca seis meses después de su apertura

Las deficiencias se acumulan en el Pendueles-La Franca seis meses después de su apertura

Se han cortado carriles en dos ocasiones para reparar hundimientos en la calzada, han surgido baches en el puente del río Cabra y se suceden los pequeños argayos

TERRY BASTERRA

Sábado, 28 de febrero 2015, 00:20

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En este febrero que ahora acaba se han cumplido seis meses desde la apertura al tráfico del tajo Pendueles-La Franca perteneciente al tramo Unquera-Llanes de la A-8. Medio año de esta gran obra y que ya ha dejado diferentes incidencias. Las últimas tuvieron lugar la pasada semana. Se cortó el segundo de los carriles del sentido Santander entre el túnel de Santiuste y Buelna para llevar a cabo reparaciones. Unas fechas antes se había hecho lo propio con el otro carril. El motivo de estos trabajos no ha sido otro que intentar poner solución a los hundimientos que se han registrado en este sentido de la autovía del Cantábrico desde hacer tres semanas. Pero esta no es la única deficiencia apreciable en la vía. En el puente que cruza el río Cabra, en sentido Oviedo, existe desde hace también unas semanas un socavón en el punto en el que esta estructura conecta con la caja de la A-8. La anomalía está indicada con señalización provisional instalada por los servicios de mantenimiento.

A estas deficiencias hay que sumar los argayos que se registran en el entorno de esta vía de alta capacidad. En la localidad de Buelna los vecinos han contabilizado una decena de estos pequeños desprendimientos, mientras que en la ladera de Villasola, ya en el tajo La Franca-Unquera, los corrimientos de tierra siguen siendo una constante desde hace meses.

Son muchas las voces, tanto de lugareños como de persona vinculado a esta obra, que consideran que pese a que la A-8 entró en servicio en el Oriente de Asturias de forma completa a finales del pasado diciembre, la obra no se ejecutó en las condiciones adecuadas y por eso están apareciendo tantas deficiencias desde entonces. «Por mucho correr no se han hecho las cosas bien y ahora este es el resultado», resumen.

Y es que los problemas ya surgieron nada más inaugurarse alguno de los tajos, caso del Unquera-La Franca, donde apenas unos días después de su apertura se tuvo que proceder a sustituir el asfalto de una zona en las inmediaciones de El Peral ya que el aplicado en primera instancia no se había fijado correctamente. Posiblemente esta deficiencia se debiese a que se procedió a asfaltar en jornadas de lluvia. Estos trabajos de reparación que se llevaron a cabo durante la noche y con iluminación artificial con el objetivo de que pasasen lo más desapercibidos posible. Unas tareas que seguramente se repetirse en unos meses en la bajada de Villasola ya que el firme en este lugar presenta un estado cada vez más bacheado. Demasiadas deficiencias en apenas 6 meses de funcionamiento para un tramo de 11 kilómetros, el Unquera-Pendueles, construido por las empresas Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y por Alvargonzález y cuyo coste de ejecución ha rondado los 160 millones de euros.

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