El Cabrales mira a Oriente Medio

carreña. El queso Cabrales es una de las producciones agroalimentarias que más se identifica con Asturias, en general, y con los Picos de Europa, en particular. Y una de las aspiraciones de los productores de este manjar es exportar su producto. Pero, según se indica desde el Consejo Regulador, esta salida al mercado exterior no se quiere hacer en masa, sino de forma controlada y dirigida a clientes que estén dispuestos a pagar un precio acorde con un producto de calidad.

Este queso ya tiene presencia en países del Europa y también del continente americano, caso de México o Estados Unidos. Pero ahora el reto es abrir nuevos mercados bajo esta premisa de exclusividad y producto gourmet.

A priori parece difícil que un queso de sabor fuerte como es el Cabrales pueda gustar en Asia, debido a que la población de este continente está acostumbrada a quesos más suaves, generalmente. Algo que saben en el Consejo y por eso, según apunta la presidenta de este organismo, Jéssica López, la aspiración de estos profesionales es «intentar abrir mercado en Oriente Medio».

Este no es un destino elegido al azar. Cuenta con dos razones sólidas que atraen a los productores de esta delicia de los Picos de Europa. Por un lado las poblaciones de los países de este entorno -Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Egipto, Irán o Turquía, entre otros- están acostumbradas a los sabores fuertes de sus quesos autóctonos, lo que es un punto a favor para el Cabrales. Por otro, se trata de una población que tiene una importante capacidad adquisitiva, algo que también ven con buenos ojos en el Consejo Regulador, ya que va acorde con la línea de producto gourmet con la que quiere que se trate a este queso en el extranjero.

Y es que, como se mencionaba antes, los queseros consideran que aumentar la producción de este manjar puede resultar un arma de doble filo. Al haber más piezas de Cabrales en el mercado su precio podría caer, algo que no quieren que suceda bajo ningún concepto. «El Cabrales es un queso artesano y tiene que ser tratado como un producto de lujo que se adquiere a 15 ó 16 euros el kilo. De ahí no se debería bajar», sostiene Jéssica López.

Esta quesera se muestra satisfecha porque cada vez son más compañeros de su gremio los que están optando por lanzar una segunda marca bajo la que venden aquellas piezas que cuentan con más meses de maduración, algo que se nota tanto en textura como en el sabor. «Hay una apuesta clara por la calidad», valora la presidenta del Consejo Regulador.

Mejor presentación

Pero este no es el único proyecto que tiene en cartera el Consejo Regulador del Cabrales. También se está estudiando mejorar la presentación de las piezas, así como el formato de las cuñas, aunque los detalles aún se desconocen. En cuanto a la producción en sí de este producto típicamente asturiano, hace escasos días se han conocido los datos correspondientes al 2014. En este ejercicio se registró un aumento tanto en lo que respecta a la elaboración de kilos como a la de piezas de queso. También se transformó más leche en este manjar y aumentó hasta 31 el número de queseros inscritos en la Denominación de Origen.

En cifras se alcanzaron los 459.029 kilos de queso producido, 2.500 más que en la campaña anterior. En cuanto a las piezas, en 2014 se elaboraron 270.653 unidades, un 8,3% más que en el 2013. Por su parte las cuñas certificadas ascendieron hasta las 120.031 unidades.

En lo que respecta a la leche, se transformaron 488.416 litros, casi 200.000 más que en la campaña anterior. Un incremento que viene motivado por una demanda de este queso que se mantiene al alza, pero también por un aumento de la cabaña ganadera local. Y es que, cabe recordar que al incremento de ganado vacuno, que ha pasado de 708 a 853 cabezas en el último año -según los datos de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei)-, hay que añadir que Cabrales es el municipio con más cabras y ovejas de la región, con algo más de 3.500 unidades por cada una de estas dos especies.