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Los trabajos se centrarán ahora en levantar el falso túnel.
«La reparación de la ladera se  ha hecho en tiempo récord»

«La reparación de la ladera se ha hecho en tiempo récord»

SHEILA VACA

Miércoles, 1 de abril 2015, 00:13

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La apertura de la N-634 viene de la mano de la Semana Santa, época de gran afluencia de turistas a la comarca oriental, algo que han tenido en cuenta desde Carreteras y la Delegación del Gobierno. «Está en condiciones para poder circular y la espera de los conductores va a ser mínima. Donde se forme cola, daremos paso con mayor prioridad, pero lo que hay que hacer es agradecer a los vecinos cómo soportaron el tránsito de coches durante casi dos meses», apuntaba Gabino de Lorenzo.

Indicó que los trabajos acometidos en el talud y «la reparación de la ladera se ha hecho en tiempo récord y ha sido técnicamente difícil. Además, hay que tener en cuenta que es una zona muy inestable y que el 7 de febrero estábamos mirando a ver si había alguien atrapado bajo el argayo y afortunadamente no fue así». Y es que, el material desprendido se precipitó sobre la calzada a 100 kilómetros por hora, lo que hizo que la barrera protectora ubicada sobre el muro de hormigón «se doblara». «El desprendimiento inicial fue de unas 700 toneladas de material», mientras que con el desprendido tras sanear el talud se superaron ampliamente las 2.000.

No obstante, aún queda tarea por hacer. El jefe de Carreteras indicó que la ejecución del falso túnel de 70 metros de longitud se prolongará hasta el próximo mes de junio, «para tenerlo listo de cara al verano», sumó Fernández-Nespral. Servirá para que en el caso de que las otras medidas de contención fallen y desafortunadamente se produzca un nuevo desprendimiento, el material no caiga directamente sobre la carretera.

No cabe duda de que se han tomado todo tipo de medidas para asegurar la zona, ya que era la premisa de la que partían los trabajos, que cuentan con una inversión estimada de 4 millones. El Ayuntamiento de Parres trasladó al delegado del Gobierno la necesidad de actuar en las carreteras secundarias por las que se había desviado el tráfico rodado durante estos 53 días, viéndose desgastadas y deterioradas. Una petición «necesaria», según aseguró De Lorenzo. «Hay un refrán que dice, donde va el asa, que vaya el caldero», remachaba.

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