Borrar
Un grupo de personas a la salida de la cueva de Tito Bustillo, tras visitar la gruta.
Tito Bustillo siempre impacta

Tito Bustillo siempre impacta

La cavidad riosellana inauguró una nueva temporada de visitas al Paleolítico

SHEILA VACA

Jueves, 2 de abril 2015, 00:30

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La puerta del Paleolítico volvió a abrirse ayer con motivo del inicio de la temporada de visitas a la riosellana cueva de Tito Bustillo. Lo hizo tras cinco meses de completa soledad para que las pinturas que allí se encuentran conserven toda su viveza y esplendor gracias a un mantenimiento constante de la temperatura y, sobre todo a la humedad, que debe situarse en el 97%. Corrían las 10.15 horas cuando hacía su entrada triunfal el primer grupo de quince personas que abría oficialmente la temporada turística de Semana Santa -hasta el domingo- en la cavidad. Cinco días en los que el vaivén de visitantes va a ser constante, ya que se han venido las 750 entradas previstas, 150 por jornada, divididos en una decena de grupos de 15 visitantes.

Desde San Sebastián, Barcelona o; incluso, Miami. La cueva de Tito Bustillo, declarada Patrimonio de la Humanidad, atrae a personas de cualquier parte de la geografía, tal y como se mostró en la jornada de ayer y también en las que vendrán. Pasada más de una hora desde su entrada, los primeros visitantes de la cavidad riosellana este año han salido con una sonrisa dibujada en la cara, prueba fehaciente de que les ha gustado el continente y el contenido de la misma. «Ha sido precioso, nunca había estado y la verdad es que ha sido una experiencia muy buena. Además, el guía ha hecho un recorrido explicándolo muy bien y dándonos indicaciones para adaptar nuestros ojos, Formidable», explicaba Mercedes Aliaga, llegada desde Barcelona. «Ha estado muy chulo. Algunas de las pinturas se veían con cierta dificultad porque tienen mucho tiempo, pero me ha gustado muchísimo ver los animales pintados», sumaba su hija Anna Arquerons.

Buena impresión se llevó para San Sebastián Rosa Aliaga, quien destacó «lo afortunados que somos por poder visitarlo». «Ha sido increíble, mucho mejor de lo que imaginaba. Ver las pinturas paleolíticas en la oscuridad es un lujo y la verdad es que es una experiencia que se la recomiendo a todo el mundo. Además de verlo conoces un poco su historia», destacaba esta turista vasca.

La jornada inaugural de la cavidad riosellana no solo estuvo marcada por turistas nacionales, sino también internacionales. Laurie Humphrey y Jeanne Adler están realizando a lo largo de estos días una ruta por la costa norte española que les ha llevado a visitar la cueva de Altamira hace un par de días y también la de Tito Bustillo. «De todas las que he visto, esta es sin duda la más natural y magnífica de todas. Es espectacular. He estado en Tanzania y otros países, pero de todas, pero ésta me ha llamado mucho más la atención», indicaba Adler.

No es de extrañar que quien pase por Tito Bustillo se quede maravillado con el conjunto pictórico de su panel principal que incluye la espectacular cabeza de caballo, símbolo totémico del concejo de Ribadesella. La necesidad de mantener su equilibrio ambiental para su conservación y la dificultad de acceso a la mayoría de los conjuntos artísticos, motivaron la creación del Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo. Lugares como el camarín de las vulvas, la galería de los caballos y los misteriosos antropomorfos tienen un marco singular donde poder ser contemplados.

Hasta noviembre

La cueva permanecerá abierta al público durante siete meses, desde el 1 de abril al 1 de noviembre, de miércoles a domingo. Antes de comenzar cada recorrido, los guías de la cavidad explican un poco de su historia, tanto de su hallazgo como de su acondicionamiento para poder ser visitada. Está prohibido sacar fotografías dentro de Tito Bustillo, grabar e incluso es aconsejable ser silencioso. Y es que cualquier mínimo detalle puede dañarlo todo como ocurrió en una cueva de Extremadura, donde un visitante vomitó, no se limpió bien y eso generó unos hongos que acabaron comiéndose las pinturas que allí se encontraban.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios