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Un alumno del IES de Llanes, durante el ejercicio práctico.
Los peligros del alcohol al volante preocupan al instituto de Llanes

Los peligros del alcohol al volante preocupan al instituto de Llanes

La autoescuela Oriente imparte en el centro unas jornadas sobre seguridad vial para concienciar a los jóvenes de los riesgos

SHEILA VACA

Viernes, 24 de abril 2015, 01:12

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Concienciar a los jóvenes del peligro que supone ponerse al volante cuando han consumido alcohol es el objetivo principal de las I Jornadas de Seguridad Vial del instituto de Llanes, impartidas Iván y Rosalba Noriega, de la autoescuela Oriente. En la jornada de ayer fueron los alumnos de primero de la ESO los protagonistas de estas lecciones que son muy significativas porque son los futuros conductores y algunos ya lo son de motos o ciclomotores. Pero además la importancia de incidir en la educación vial se sustenta porque a esas edades ya están «en contacto con las bebidas alcohólicas». Y es que, los accidentes con víctimas por culpa del alcohol son la principal causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 24 años, por delante de las drogas.

Para entrar en materia, los estudiantes visionaron un vídeo sobre este asunto donde se narraba una historia real con una víctima superviviente a un accidente de tráfico. «Un lesionado medular tarda entre uno y tres años en adaptarse a su nueva situación. Sobrevivir a un accidente te cambia la manera de ver las cosas», explicaba.

«Muchos de aquí vais a fiestas y en muchas ocasiones volvéis con alguien que conduce y que ha ingerido alcohol, que suele decir 'estoy bien', pero no es así», indicaba el monitor Iván Noriega, a lo que los alumnos respondieron que los principales órganos a los que afectan las bebidas alcohólicas son «el cerebro y la vista». Y para poner un ejemplo práctico de las consecuencias reales, un voluntario realizó un circuito con una especie de pivotes y hasta ahí todo normal, lo solventó sin complicaciones. Los problemas llegaron cuando el joven se puso unas gafas especiales simulando una tasa de alcohol de 0,8, que al distorsionarle por completo la visión, acabó llevándose por delante los conos. Lo mismo ocurrió durante otro ejercicio con una pala y una pelota.

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