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G. F. B.
Miércoles, 1 de julio 2015, 00:33
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A la edad de 75 años fallecía ayer en Arriondas Miguel Ángel Blanco Sordo, un conocido comerciante que durante muchos años había regentado un negocio familiar conocido como La Perla, situado en la Avenida de Europa y dedicado a la venta de textiles y calzado.
Miguel Ángel Blanco Sordo fue un hombre culto, ávido lector, polifacético y una persona de gran formación, bajo criterios autodidactas en muchos aspectos. Su gran pasión fue el piragüismo y de forma especial todo aquello que tuviera relación con el río Sella y su Descenso Internacional.
Durante bastantes años ocupó el cargo de secretario del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella, creía en lo que hacía y actuaba de forma desinteresada. Jugó un papel importante hasta el día en que por una decisión personal optó por apartarse. Otro de los aspecto a destacar en la vida de Blanco Sordo guarda relación con los estudios pioneros que, en compañía de Raúl Prado, llevó a cabo en el castro del Picu Mancobiu, entonces un hito arqueológico prácticamente desconocido y una joya en la actualidad. El funeral de Miguel Ángel Blanco se celebra hoy en la parroquia de Arriondas, a las 17 horas.
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