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El recinto de El Romano, en Poo de Llanes, acogió la segunda edición del MercaZoco en la localidad, en un entorno inigualable.
Los mercados tradicionales abren  las veda a los mercadillos veraniegos

Los mercados tradicionales abren las veda a los mercadillos veraniegos

Mercazoco celebró ayer su segunda edición en Poo de Llanes, y sigue creciendo, tras la estela de veteranos como el Mercáu de Porrúa

PELAYO ARIAS

Lunes, 3 de agosto 2015, 00:13

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Si hay que pensar en un mercado tradicional asturiano, es más que probable que el de Porrúa sea el primero que venga a la mente. Este año celebra su veinte aniversario, desde que fuera recuperado en 1995. Gracias a su autenticidad - está completamente prohibido el uso de cualquier artefacto moderno - es uno de los que más gente consigue atraer y una de las citas más esperadas del verano. Su propuesta es consiste en dar valor a la cultura tradicional, recuperando la esencia de pueblos como el de Porrúa, llenos de historia. La comunidad se vuelca con él, y llegan a participar unas 200 personas en el que es considerado el pionero. «Fue el primer mercáu tradicional de todos los que hoy se celebran en la zona», recalca Olaya Romano, presidenta de la Asociación El Llacín, que organiza el evento.

Son muchas las localidades que ahora gozan de mercados tradicionales en la región, siguiendo la estela del porruano. Por poner algún ejemplo, podríamos hablar del mercado de Indianos en Ribadesella, del Marinero en Lastres, el Vaqueiro de Cudillero o el tradicional de Piloña. Mercados todos ellos que se centran en recuperar la cultura y los valores tradicionales de su zona, y que buscan repetir el éxito de su predecesor.

Si en cambio ahora pensamos en el mercadillo veraniego por excelencia, habría que reconocer que MercaZoco se ha labrado su camino a la cima con mucho esfuerzo. Este mercadillo nació de la conversación entre dos amigas, animadas por los mercados tradicionales, y ha conseguido una notoriedad que trasciende los límites de la región. En los meses de verano, julio y agosto, MercaZoco organiza una edición cada fin de semana, convirtiéndose en itinerante que visita diferentes localidades asturianas. Por Gijón, en la temporada de invierno, han llegado a pasar más de 10.000 personas en una sola jornada.

Este domingo tuvo lugar su segunda edición en Poo de Llanes, en el recinto El Romano, hasta donde se desplazaron unos 40 puestos que pusieron a la venta moda, complementos, artesanía y decoración. El buen día permitió a muchos disfrutar de la experiencia, que estuvo acompañada de Dj y actividades infantiles. En el plano más empresarial, Raquel Baragaño, promotora y fundadora, destaca «las sinergias que se consiguen durante la celebración de este tipo de actividades, que no suelen estar al alcance de pequeños emprendedores como los que se exponen en MercaZoco».

Un ejemplo claro no sólo del éxito de los mercadillos festivos, pero también de su repercusión es Laura Garher, y su marca 'Sanla'. De una pequeña tienda en el barrio San Lázaro de Oviedo, a varios puntos de venta por toda la región y una tienda online donde sus productos se agotan con rapidez. El crecimiento que ha experimentado es más que considerable. Tanto es así, que tras su presencia en Poo de Llanes con Mercazoco el año pasado, Laura tuvo clara la necesidad de abrir una tienda en la temporada de verano en la capital llanisca. Confiesa que otro de los secretos de su éxito es la renovación constante de los productos que comercializa, diseña y customiza. Ayer celebraban el primer año en el mundo de los mercadillos, y su dueña no puede «estar más contenta» con los resultados obtenidos en este periodo.

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