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GUILLERMO FERNÁNDEZ
Jueves, 3 de septiembre 2015, 00:11
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La localidad llanisca de Naves celebró en la jornada de ayer el día grande en honor a su patrono, San Antolín. Los vecinos se fueron desperezando con el pasacalles matinal ofrecido por el mariachi 'Estampas de México' y con las notas de asturianía lanzadas al aire por el gaitero Santi Galguera y el tamboritero Paul Balmori. A partir del mediodía hubo misa, procesión, bailes regionales, danza prima y comida campestre en el Castañéu de Bedón.
De celebrar la eucaristía se encargó el párroco, Domingo González, y la función religiosa contó con el acompañamiento del mariachi: un grupo de ocho intérpretes llegados desde los estados mexicanos de Puebla e Hidalgo, bajo la dirección de Humberto Velázquez. El grupo estaba formado por tres violines, dos trompetas, una guitarra, un guitarrón y una vihuela.
Al término de la misa se formó una concurrida procesión, que iba encabezada por tres estandartes de la parroquia trasladados por Alfredo García, Israel Sastre y Carlos Antoraz. Tras ellos aparecían los gaiteros y tres ramos repletos de rosquillas dulces y pan artesanal. El de los niños iba a hombros de Hugo Galán, Matías Carús, Nicolás Romero y Miguel Zapico. A continuación se presentaban más de un centenar de niñas y mozas ataviadas con el traje de llanisca. Ellas abrían camino a las andas con la imagen de San Antolín, bajo una mano de geranios rojos, el símbolo floral de la fiesta. En el traslado de las andas oficiaban como costaleros Roberto Collado, Lucio Carriles y los hermanos Miguel y Pablo López San Martín. El párroco, el mariachi y un elevado número de turistas y lugareños cerraban el cortejo.
La salida de la imagen de San Antolín a la calle fue saludada con una potente traca y el volteo de las campanas. Al llegar las andas al barrio de La Bolera se soltó otra espectacular andanada de explosivos.
Al término de la procesión los presentes regresaban al barrio de La Bolera, donde, acompañados a la gaita y el tambor, el grupo folclórico formado por simpatizantes de San Antolín interpretaba el Fandango de Pendueles, el Trepeletré, la Danza del Agua, las jotas del Cuera y Cadavedo y el Pericote. Antes de partir para el Castañéu de Bedón, con el fin de participar en comidas en grupos familiares o de amistad, los simpatizantes entrelazaban sus brazos en una concurrida danza prima.
Para primeras horas de la noche estaba prevista la tradicional suelta del Toro de Fuego, seguida de la celebración de la verbena.
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