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Terry Basterra
Jueves, 12 de noviembre 2015, 00:15
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A mediados de diciembre se celebrará un nuevo Patronato del Parque Nacional de los Picos de Europa y en el orden de esa sesión figurará la instalación de una serie de viseras antialudes en la carretera que lleva a Sotres, en el concejo de Cabrales. Salvo sorpresa mayúscula la medida saldrá adelante y, una vez con el visto bueno del Patronato, podrán comenzar los trabajos para colocar estas medidas de protección de la carretera y los vehículos que circulan por ella en los puntos más conflictivos de la vía.
Desde la Consejería de Desarrollo Rural indicaban ayer que esta actuación contará con una partida presupuestaria para financiarla, aunque preferían ser prudentes antes de hablar de fechas para el posible inicio de las obras. Lo que es seguro es que no podrán comenzar antes de mediados de diciembre, ya que es preciso que la actuación cuente con la autorización del Patronato del Parque Nacional. Pero tampoco se descarta que estas viseras antialudes puedan colocarse este mismo invierno. La meteorología va a marcar los tiempos en esta cuestión. Si el invierno es benévolo y las nevadas se retrasan es muy posible que de cara a los primeros meses de 2016 la carretera AS-264 cuente ya con estas medidas de protección. De lo contrario todo apunta a que habrá que esperar a la primavera para que arranquen unas obras muy demandadas por los vecinos de Sotres y por el Ayuntamiento de Cabrales.
Estas reclamaciones se basan en dos aspectos. Por un lado el de la seguridad, pero por otro evitar que localidades como la cabraliega o la vecina Tresviso, ya en Cantabria, queden aisladas durante el invierno, algo que ya sucedió durante los primeros meses de este año en varias ocasiones.
El de este 2015 fue el peor invierno de los últimos diez años en estas dos localidades de los Picos de Europa. Fueron numerosas las ocasiones en las que la carretera que les conecta con el resto de la región tuvo que ser cerrada por los frecuentes aludes en los tres puntos más críticos existentes en los poco más de 5 kilómetros que los separan de la vecina Tielve. Unos desprendimientos de nieve que se produjeron también los fines de semana llegando a dejar aislados durante horas, además de a los lugareños, a decenas de personas que se acercaron hasta el pueblo más alto de los Picos de Europa para disfrutar de la nieve.
Los vecinos advirtieron en numerosas ocasiones durante el pasado invierno del riesgo que suponía circular por la AS-264. El peligro está en que justo caiga un alud a la carretera en el momento en el que circula por ese punto un vehículo. El Ayuntamiento de Cabrales también se hizo eco de esa preocupación y hasta el propio Principado de Asturias tomó cartas en el asunto y decidió el pasado febrero cerrar la carretera a los visitantes y que sólo se permitiese el paso de vecinos y vehículos de servicios para reducir al máximo los riesgos. Aún así estas medidas preventivas no fueron cumplidas por todos los conductores que se acercaban hasta el lugar para disfrutar de la bella estampa que deja la nieve.
Si no sucede nada imprevisto el Patronato del Parque Nacional de los Picos de Europa aprobará a mediados de diciembre la instalación de las demandadas viseras antialudes que, si la meteorología lo permite, se colocarán en la carretera entre Tielve y Sotres este mismo invierno o, a más tardar, a partir de la primavera.
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