Rodrigo de Balbín confía en que el Principado apoye nuevas excavaciones en Tito Bustillo
El arqueólogo responsable de las investigaciones en la cueva riosellana tiene aún pendiente de publicar sus últimos trabajos
JUAN GARCÍA
Sábado, 19 de diciembre 2015, 00:26
Rodrigo de Balbín Berhmann, Catedrático de Prehistoria responsable de las investigaciones arqueológicas en la riosellana cueva de Tito Bustillo, pronunciaba ayer su discurso académico de jubilación. Fue a las doce del mediodía en el salón de actos del rectorado de la Universidad de Alcalá de Henares, donde aún seguirá impartiendo clases magistrales algún tiempo más. El de ayer fue «un acto formal universitario, porque mi jubilación no llegará hasta el mes de junio, aunque es probable que siga como Profesor Emérito», explicó. Es decir, continuará en la docencia, «seguiré haciendo lo mismo hasta que me echen, hasta dentro de unos tres años mas o menos», añadió. Inicia así un nuevo estatus académico que se unirá a los cuarenta años transcurridos desde la lectura de su Tesis Doctoral. Por ese motivo, en su discurso no faltaron referencias a todo ese tiempo, sin olvidarse de Ribadesella y Tito Bustillo, «porque ocupan un papel primordial en mi vida».
Balbín confía en seguir trabajando en la cueva paleolítica de Ribadesella, para la que espera confeccionar un nuevo plan de exploración. Sin embargo, las futuras investigaciones en Tito Bustillo están pendientes de unos «resultados tangibles finales» que aún no ha terminado. Se refiere a la publicación de los últimos descubrimientos. «Llegará pronto, estamos trabajando en ella, lo que pasa que las cosas van despacio porque hay una acumulación de materiales y trabajo muy grande», añadió. De hecho, en el acto de ayer estuvo arropado, entre otros, por el Gobierno del Principado de Asturias, representado en Madrid por la directora general de Patrimonio Cultural, Otilia Requejo. De los responsables de la cueva solo espera el apoyo necesario para retomar las excavaciones cuando llegue el momento.
A partir de la semana que viene iniciará sus vacaciones de Navidad, período de descanso que pasará en su Asturias natal y que aprovechará para adentrarse en las entrañas del macizo de Ardines. «Alguna cosa haremos sí, porque una cueva como esta es un pozo sin fondo. En ella siempre aparecen cosas nuevas, aunque antes de meterme en más historias tengo que terminar lo ya iniciado», reiteró en referencia a la publicación que aún tiene pendiente.
Rodrigo de Balbín lleva trabajando en la cueva de Tito Bustillo desde el año 1974. En aquellas primeras campañas de exploración conoció en profundidad a los dos primeros guías de la cueva, Aurelio Capín y Manuel Buenaga Patiño, con los que mantuvo una amistosa relación. Sin embargo, desconocía el reciente fallecimiento de este último. «La verdad es que no me había enterado y lo siento, porque era muy buen paisano, con el que me llevaba muy bien. Era otro de los puntales de la cueva, un individuo francamente agradable, cordial y bien preparado que además jugaba muy bien al mus, una condición fundamental», aseguró.