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Cangas de Onís cierra cuatro chiringuitos ilegales situados en la orilla del río Sella

Cangas de Onís cierra cuatro chiringuitos ilegales situados en la orilla del río Sella

Los consistorios cangués y parragués reclaman colaboración para acabar con estos negocios sin licencia y no descartan más intervenciones

ANDREA INGUANZO

Jueves, 18 de agosto 2016, 00:26

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El Ayuntamiento de Cangas de Onís procedía ayer a levantar cuatro chiringuitos ilegales que desarrollaban su actividad en la orilla del río Sella. Se trataba de cuatro negocios dedicados a la venta de bebidas y snacks que incumplían toda la legislación vigente y que, a pesar de ser advertidos previamente, omitieron las órdenes y continuaron ejerciendo su actividad.

Pocos minutos después del mediodía un retén municipal formado por efectivos de la Policía Local y personal de Obras procedía a revisar las inmediaciones de la depuradora de Ricao. Allí se llegaron a encontrar hasta cuatro chiringuitos, dos de ellos con su responsable presente y otros dos abandonados, seguramente gracias a algún chivatazo. Las instrucciones eran claras: identificar al propietario del negocio, proceder a formular la pertinente denuncia y requisar todas sus pertenencias. Eso fue lo que se hizo con los cuatro, ya que a pesar de que en algunos no se encontraba presente ningún responsable, los agentes ya les tenían previamente identificados.

Desde el Consistorio se procedió a principios de julio a revisar y controlar todos los chiringuitos fluviales para conocer cuáles disponían de permiso de actividad y cuáles se encontraban ejerciendo de manera ilegal. «Una vez comprobada esta cuestión se enviaron notificaciones a los que carecían de licencia, invitándoles a cesar su actividad en un periodo de tiempo. Vencido ese plazo hemos procedido al levantamiento de los que han hecho caso omiso a las indicaciones». Así lo explicaba ayer el alcalde cangués, José Manuel González, mostrándose satisfecho con el trabajo pero advirtiendo que «desde el Ayuntamiento no tenemos capacidad para estar controlando a diario esta actividad». A pesar de ello, el regidor no descarta que antes de que termine el verano «tengamos a repetir la intervención».

Pero la presencia de negocios ilegales en la orilla de este río, que tiene el descenso en canoa como actividad principal, lleva siendo un problema varias temporadas. Tales son los inconvenientes que están causando que tanto el Ayuntamiento de Cangas de Onís como el de Parres, que también ha procedido al levantamiento de varios chiringuitos este verano, solicitan una solución. Y, además, plantean la misma alternativa: «una coordinación de las administraciones implicadas para buscar una regulación». «No podemos permitir esta masificación de la orilla del Sella y, para ello, debemos sentarnos a debatir la solución», indicó González.

Regulación necesaria

Por su parte el alcalde de Parres, Emilio García Longo, apoyó la propuesta de aunar fuerzas entre administraciones. «La semana pasada entablé conversaciones con la dirección general de Recursos Naturales y la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, porque pienso que en la próxima temporada tenemos que contar con una regulación, si es que tener chiringuitos en el Sella es un tema que se demanda».

Y es que el regidor parragués abre otro debate paralelo. «El descenso del Sella en canoa es una actividad que se está desbordando y, si queremos que tenga un futuro prometedor, tenemos que buscar la calidad y no la mala imagen de estos negocios», apunta. Por ello apuesta por que «si se tienen que poner chiringuitos, que sean regulados, que cumplan con toda la legislación y que se saquen a concurso para que su explotación sea la adecuada». Mientras tanto, ambos ayuntamientos continuarán controlando la actividad durante el verano. En Parres, «los agentes de la Policía Local tienen orden de hacer un control diario en la orilla del río». En este municipio las sanciones se efectúan «en base a la ordenanza municipal de venta ambulante», aunque según indica el alcalde lo más efectivo es, en todos los casos, «incautar el mobiliario y los productos, es la única forma de conseguir que no vuelvan».

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