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Urgente «Cuando llegué abajo y vi las llamas, se me vino el mundo encima»
Último rescate de los bomberos del SEPA realizado junto al Urriellu el pasado diciembre.
Seis rescates con final trágico en el Oriente en 2016

Seis rescates con final trágico en el Oriente en 2016

Los agentes de la Guardia Civil recuperaron los cuerpos de media docena de personas entre montañeros, pescadores, barranquistas y un pastor

TERRY BASTERRA

Lunes, 16 de enero 2017, 01:44

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El 2016 que acaba de finalizar ha sido un año intenso para los especialistas dedicados a rescatar a las personas que sufren algún tipo incidente en la montaña. En el Oriente asturiano actúan tanto los bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), como los efectivos del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Guardia Civil (GREIM) con base en Cangas de Onís. El primero suma en los catorce concejos de la comarca 39 intervenciones durante el pasado año, por 24 del segundo. Se da la circunstancia de que en algunos rescates han intervenido los dos grupos de especialistas y que en el caso de los efectivos de la Benemérita, algunas de sus actuaciones se han desarrollado fuera del ámbito geográfico de la comarca.

En cuanto al GREIM de Cangas, las 24 intervenciones que llevaron a cabo durante el pasado año permitieron rescatar a 30 personas, de las cuales 8 estaban heridas y las 22 restantes ilesas. También recuperaron los cuerpos de seis personas fallecidas en la montaña durante 2016.

Entre estos últimos se encuentra un pastor de la localidad cabraliega de Tielve que murió el pasado diciembre tras despeñarse mientras rescataba a dos de sus cabritos, el de un montañero santanderino que perdió el equilibro y cayó cuando descendía la parte inicial de Torrecerredo, o el de un vecino de Luanco que se despeñó cuando realizaba una ruta de montaña en el Pico Jana, en Peñamellera Alta.

En este apartado luctuoso también hay que incluir la recuperación del cuerpo de un joven leonés residente en Oviedo que perdió la vida practicando barranquismo en Cabrales o el de un pescador que cayó al río Cares en Peñamellera Alta.

Además desde la Guardia Civil se destaca como una de las intervenciones más relevantes del GREIM de Cangas de Onís el rescate en noviembre de un grupo de cuatro ingleses que a finales de noviembre se desorientaron y no pudieron alcanzar el refugio de la Vega del Urriellu y tuvieron que hacer noche a la intemperie. Integrantes del GREIM salieron de madrugada en su busca y, tras atravesar una zona con elevado riesgo de aludes, alcanzaron el refugio a las 6 de la mañana. Tras evaluar la situación se optó por rescatar a los montañeros con el helicóptero, al considerar que era la forma más segura. La ropa térmica que vestían los ingleses evitó que las bajas temperaturas de la noche ocasionasen una desgracia.

Los Servicios de Emergencias del Principado de Asturias también han efectuado numerosos rescates de montaña en el pasado 2016 en el Oriente. Han actuado en 39 y por concejos el que más intervenciones suma es Cabrales, con 19, seguido de Cangas de Onís (8), Parres (4), Amieva (3), Llanes (2) y Peñamellera Alta, Ponga y Onís, con uno cada uno.

Uno de los últimos rescates protagonizados por el SEPA tuvo lugar a mediados de diciembre en Cabrales, cuando trasladaron en helicóptero a una montañera que se torció el tobillo cuando bajaba de Peña Castil en dirección al Urriellu. También ayudaron a dos senderistas franceses que se desorientaron en octubre mientras completaban una ruta por la cara Sur del pico El Requesón, situado en los Picos de Europa.

Aunque sin duda el grueso de las actuaciones llevadas a cabo por el SEPA en la comarca oriental tuvo lugar durante los meses de verano, coincidiendo con la mayor presencia de personas en la zona. En resumen los dos principales motivos de los rescates realizados por los bomberos a bordo del helicóptero se debieron a senderistas que habían sufrido algún tipo de fractura o torcedura en sus extremidades inferiores y que no podían proseguir caminando. Y en el caso de los montañeros ayudaron a aquellos deportistas que quedaron enriscados o se lesionaron en sus ascensos a los picos y que no podían salir por sus propios medios del lugar en el que se encontraban.

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