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L. RAMOS
Viernes, 24 de febrero 2017, 00:08
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El chef cangués afincado en Arriondas José Antonio Campoviejo todavía no daba crédito ayer a la noticia que había recibido apenas 24 horas antes mientras se dirigía a impartir una conferencia en Avilés. No es para menos, pues la Sociedad de Festejos de Cangas de Onís ha decidido contar con él para pregonar las fiestas de San Antonio de este año, cita «sagrada» para el afamado cocinero desde su más tierna infancia. «Son unas fiestas que intento no perderme nunca y que me traen muy buenos recuerdos de infancia y juventud, es ya una tradición familiar para mí, así que no podía estar más contento y emocionado», reconocía ayer a EL COMERCIO.
Para Campoviejo «San Antonio es lo máximo. ¡Si hasta estrenábamos ropa interior! Yo salía siempre hecho un pincelín», rememoraba. Y al echar la vista atrás le venía a la mente una anécdota que nunca olvida. «Estando en la mili conseguí tener libre el fin de semana en el que se celebraba la fiesta, pero finalmente por diversos motivos me fue imposible ir y todavía recuerdo como si fuera ayer el disgusto que me llevé», relató. Porque la devoción por el santo la tiene casi en la sangre. «Vivíamos en la calle de la Calzada de Ponga, que confluye con la de San Pelayo, y es quizás la zona donde más pasión hay por San Antonio», explicó.
Señaló también que debido a su temprana incorporación al mercado laboral en el campo de la hostelería, en su juventud fueron varias las ocasiones en que tampoco pudo acudir a honrar a San Antonio. Algo a lo que puso remedio en cuanto pudo. «Desde que abrimos El Corral del Indianu tratamos siempre de cambiar el día de cierre para que coincida con la fiesta y vamos toda la familia para allá. Mi hija, de hecho, siempre se viste con el traje regional», explicó.
La emoción y la apretada agenda de trabajo no le permitieron, todavía, pensar en cómo va a ser su discurso, pero lo que sí promete es que «va a estar hecho con el corazón. Me pondré a escribir con el mayor de los cariños y quiero que sea algo muy emotivo, tanto para mí y mi familia, que está loca de contenta, como para todos mis vecinos», aseveró.
Un regalo merecido
Para el presidente de la Sociedad de Festejos de Cangas, José Luis García Fernández, la elección de Campoviejo como pregonero es casi una cuestión de justicia. «Aunque ahora ejerza en Arriondas, para los cangueses sigue siendo algo nuestro y estamos muy orgullosos de él. Además, nos pareció un regalo más que merecido por los veinte años que lleva al frente de El Corral», explicó. El chef, reconocido con una estrella Michelin y dos soles Repsol, insistió García Fernández, «es una figura muy querida y representativa para los cangueses».
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