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E. CARBALLEIRA
Domingo, 26 de marzo 2017, 01:53
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«Buscar una mano y una voz amiga puede ser fundamental a la hora de combatir una adicción tan fuerte como el alcoholismo». Esta es una máxima que tienen muy clara en el grupo de Alcohólicos Anónimos de Piloña, colectivo que lleva dieciséis años ofreciendo ayuda a las personas que padecen esta enfermedad y a sus familias.
Ayer, celebraron su aniversario con una reunión pública en la que invitaron a participar a todos aquellos que lo desearan para que conocieran el funcionamiento de esta entidad, que es una auténtica «mano tendida» para los vecinos de la comarca centro oriental. Alcohólicos Anónimos organiza este encuentro porque saben «con certeza» que puede ser una buena oportunidad para que muchos decidan dar el paso y se atrevan a enfrentarse a este problema, «ya que asistir a un encuentro público quizás es más sencillo que realizar una llamada a un teléfono de atención», aseguran.
«Somos un colectivo dispuesto a echar una mano, porque todos sabemos la importancia de recibir ese apoyo para poder sobreponerse a esta adicción», señala uno de los miembros de la asociación. Explica además que «todos los encuentros de Alcohólicos Anónimos comienzan con el enunciado habitual de nuestro grupo», que refleja que son «una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo».
El único requisito que se solicita para pertenecer a la agrupación es el deseo de dejar la bebida. No se pagan honorarios ni cuotas, ya que se mantienen con sus propias contribuciones.
Un representante de este colectivo recuerda además que «es muy importante mantenerse alerta sobre los primeros síntomas que pueden anunciar un problema con el alcohol» que pueden empezar por «la incapacidad para controlar la bebida, beber en soledad, inventar excusas para beber, emborracharse cuando no se planea, tener lagunas...». Aunque reconocen que es difícil hacer frente a una situación como esta, desde la asociación recuerdan que todo debe comenzar por el reconocimiento personal de este problema y, a partir de ahí, comenzar a dar pasos para mantenerse firme en la decisión de superarlo porque «es una enfermedad que no se cura, pero que se puede mantener controlada. Nos libramos de ella mientras no volvamos a beber alcohol», concluyen desde la asociación.
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