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Juan Sanz posa en la sidrería El Almacén junto a varios de sus reportajes en la revista Metal Hammer.
El fotógrafo de las estrellas del metal

El fotógrafo de las estrellas del metal

El llanisco Juan Sanz recorre con su cámara conciertos y festivales por toda Europa

LUCÍA RAMOS

Martes, 25 de abril 2017, 00:14

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Con apenas seis años, Juan Sanz (Caracas, 1973), ya perdía la cabeza con el rock patrio de Barón Rojo y Obús. Poco después compraría, a través del Círculo de Lectores, su primera cinta original, de Rosendo, y apenas superada la decena, conocería al que fue su «primer amor»: la canción 'The four horsemen' de la banda de thash metal norteamericana Metallica. Si alguien le hubiese dicho que años después estaría recorriendo Europa de festival en festival de la mano de la revista 'Metal Hammer' que tanto le gustaba, jamás lo hubiese creído.

«Todavía recuerdo cómo los ejemplares me llegaban, prestados por algún amigo, con dos meses de retraso y casi sin fotos, pues las recortaban para pegarlas en libros y carpetas, así que cuando veo mis propias fotografías publicadas en esas mismas páginas es muy emocionante», reconoce Sanz. Y pasa a relatar cómo comenzó su relación con esta publicación especializada. «En 2006 fui por primera vez al Graspop Metal Meeting, un potente festival que se celebra en Bélgica, y me quedé impresionado con la calidad de los grupos, la infraestructura que tenían montada y lo bien organizado que estaba todo en general», explica.

Al regresar a casa y comprar la revista vio, sorprendido, cómo «el festival lo habían cubierto con apenas dos columnas de texto y tres fotos que les enviaron desde la propia organización. Sin dudarlo, me puse en contacto con el director de la publicación, Joan Singla, y me ofrecí a encargarme yo del Graspop al año siguiente. En cuanto me dijo que sí, que fui corriendo a mirar cámaras».

Sin apenas nociones de fotografía, Sanz se puso manos a la obra y comenzó a practicar, acudiendo incluso a «conciertos a los que jamás habría ido solo porque sabía que la sala tenía determinadas condiciones de luz que me interesaba conocer».

Más de una década le separa ahora de aquella época y por el medio quedaron infinidad de viajes, compañeros, músicos y, sobre todo, «experiencias que no podría haber vivido si no me dedicase a esto». Porque Sanz tiene claro que a los conciertos y festivales va a trabajar, pero además de fotógrafo es «amante de la música» y no puede evitar disfrutar como un niño cada vez que tiene la oportunidad de ver y escuchar, a apenas unos centrímetros del objetivo de su máquina, a algunos de sus músicos favoritos.

De Iron Maiden a Kiss

Aunque asevera que todos sus trabajos son especiales, reconoce que algunos los disfruta especialmente, como los de Iron Maiden, Kiss, Scorpions, Judas Priest, Children Of Bodom y Amon Amarth, entre otros. «Recuerdo un concierto de Slipknot en el que apenas hice fotos, pues me quedé embobado con el directo tan brutal que tienen», explica. Pero también recalca que entre sus preferidos están los de grupos españoles, con muchos de los cuales tiene una estrecha relación. Eso sí, reconoce, todavía tiene clavada una espinita, y esa es inmortalizar a Metallica y Def Leppard.

Aunque en la actualidad viaja «mucho menos» que antes, pues compagina su pasión metalera con el trabajo en la sidrería El Almacén que regenta junto a su hermano José Manuel y además tiene que cuidar de sus hijos, Carla y Borja, solo en los próximos meses se encargará de cubrir varios festivales y conciertos en Oviedo, Zamora y Galicia, sin olvidar su ineludible cita, a mediados de junio, con el Graspop, donde todo comenzó.

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