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L. RAMOS
Jueves, 4 de mayo 2017, 00:09
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Si hace unos cuantos años alguien nos dijese que esas mismas algas con las que jugábamos de pequeños en la playa iban a terminar en nuestro plato, no lo creeríamos. Sin embargo, en la actualidad el de las plantas marinas es un mercado en alza, por lo que cada vez son más los emprendedores que apuestan por su cultivo. Entre todos ellos sobresalen los asturianos Daniel Suárez y José María Osoro, propietario y director general de la empresa Algas de Asturias S. L. y pioneros en el cultivo de este organismo acuático en mar abierto.
Para tan novedosa iniciativa los empresarios eligieron la costa de Lastres (Colunga) y hace tan solo unos días recogían su primera cosecha de 'Sacharina latissima', conocida popularmente como 'kombú royal' o 'kombú de azúcar'. «Nos decantamos por Lastres porque es el mejor lugar del Principado para la alguicultura. Tiene unas aguas muy limpias, está resguardado de los temporales y tiene muy buenos nutrientes, no en vano antiguamente fue una zona ballenera», explica Osoro a EL COMERCIO.
Así, el pasado otoño instalaron una treintena de boyas con cabos de cultivo vertical de entre cinco y seis metros que, tras los buenos resultados obtenidos se multiplicarán hasta alcanzar las 1.200 boyas en otoño de este año. «Contamos con una concesión administrativa para 1,7 hectáreas», indica el director general de Algas de Asturias S. L., y relata cómo los trámites los iniciaron hace ya cinco años, pues se trata de una actividad que precisa de numerosos permisos e informes desde Puertos del Estado hasta la Comandancia Militar Marina, pasando por el Ministerio de Agricultura, el propio Ayuntamiento de Colunga y el Centro de Experimentación Pesquera dependiente de la Dirección General de Pesca del Principado, entre otros.
Con los primeros ejemplares de 'kombú de azúcar' ya recolectados, los empresarios comenzaron a distribuirlos entre restaurantes y chefs de la región, pero también nacionales e internacionales para dar a conocer su producto y recabar opiniones acerca del mismo. «La acogida está siendo muy buena, los expertos nos comentan que nuestras algas tienen una gran calidad y muy buena textura, algo que ya sospechábamos, pues el continuo batir de las olas les confiere unas propiedades organolépticas muy diferenciadas respecto a los que se obtienen de cultivos en fiordos, rías o estuarios muy cerrados, donde solo se nota el efecto de las mareas, dos veces al día», explica Osoro. De hecho, recalca, ellos son los primeros en optar por este cultivo en mar abierto en toda Asturias e incluso, que ellos sepan, en España.
Por el momento, la intención de estos empresarios es exportar la mayor parte de su producción sin olvidarse de Asturias, centrándose sobre todo en Francia e Inglaterra, aunque ya recibieron la visita de más de un distribuidor japonés interesado en sus algas. «Toda nuestra producción pasará por la rula de Lastres, donde también se controlará su trazabilidad, de forma que el consumidor sepa en todo momento cuál es el origen de las algas», indican.
El 'kombú royal' se da en mares templados y fríos, por lo que está presente en Galicia y Asturias, aunque debido al calentamiento global está sufriendo una importante recesión. «Al cultivar este alga en Lastres también contribuimos a mantenerla en la costa asturiana, además de servir de refugio a alevines de peces y mariscos», indica Osoro.
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