Fallece a los 57 años la riosellana Teri Fernández

Ribadesella ha perdido a una de sus vecinas más luchadoras. Teri Fernández Gutiérrez fallecía este jueves en Oviedo, a los 57 años. Esta riosellana, minusválida, buscaba desde su silla de ruedas, y con la inestimable ayuda de su teléfono móvil, remover conciencias y voluntades para, entre otras cosas, acabar con las barreras arquitectónicas. Su marca personal, a través de las redes sociales, ha sido #lavidanoespera.

Ribadesella se queda sin Teri, sin sus extravagantes sombreros, sin aquellos 'terroríficos' cuentos que escenificaba ante los mas pequeños, sin su sonrisa o sin sus dotes adivinatorias. Con la ayuda de sus cartas, Teri practicaba la videncia, pero también la quiromancia, ante todos aquellos que así se lo pedían y la quisieran escuchar. De su boca siempre salían palabras amables y bondadosas. Se autocalificaba como «noctámbula y bruja».

Tenía su residencia fijada en Picu Ramonón y era habitual verla atravesar el puente a cualquier hora del día rumbo al Corquieu, donde había fijado su lugar de tertulia y encuentro con sus amistades. A pesar de su minusvalía, también tuvo tiempo para la artesanía, manufacturando todo tipo de artículos que luego vendía en un puesto que instaló en el paseo de la playa de Santa Marina. Allí estuvo hasta que el Ayuntamiento decidió poner punto final a la venta ambulante en ese lugar.

Su funeral tendrá lugar este viernes, a las seis de la tarde, en la iglesia parroquial de Ribadesella. Sus cenizas descansarán para siempre en el cementerio parroquial de Moru.

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