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Roberto Hartasánchez (Fapas) y el alcalde ribadedense, Jesús Bordás, en la zona de estudio. NEL ACEBAL
El Fapas estudia la fauna salvaje de Pimiango tras eliminar eucaliptos

El Fapas estudia la fauna salvaje de Pimiango tras eliminar eucaliptos

La instalación de cámaras automáticas permitirá ver cómo evoluciona la presencia de animales ante la recuperación de árboles autóctonos

L. RAMOS

Domingo, 17 de febrero 2019, 01:51

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Estudiar cómo evoluciona la presencia de animales salvajes en aquellas zonas en las que se está procediendo a eliminar plantaciones de eucaliptos para recuperar especies vegetales autóctonas. Es el objetivo que persiguen desde el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes con el proyecto que acaban de poner en marcha en el entorno de Pimiango en colaboración con el Ayuntamiento de Ribadedeva y que incluye la instalación de cámaras automáticas para 'cazar' a la fauna del lugar.

Desde hace dos años, el Fapas está llevando a cabo una iniciativa en la costa ribadedense, junto al Consistorio y la Fundación EDP, para eliminar los eucaliptos que compiten con la conservación del bosque autóctono cantábrico de esta zona oriental de Asturias y sustituirlos por aquellas especies que forman parte de la estructura vegetal original de los terrenos de estudio. En muchos casos, indican los técnicos de la entidad conservacionista, «los eucaliptos no pueden ser cortados para evitar que al caer al suelo destrocen las encinas que sobreviven bajo ellos», por lo que se procede, en su lugar, a secarlos.

La principal característica de estos bosques de encinas, agregan, «es que se encuentran situados justo al borde del Cantábrico, en unos enclaves de excepcional belleza paisajística». Es precisamente por su proximidad al mar y por las características del suelo calizo de sus acantilados, que lo hacen inservible para los cultivos, que se pudo «mantener vivo este relicto bosque cantábrico de encinas, de apenas unas decenas de hectáreas, que posee un valor biológico excepcional y que es necesario conservar, proteger e incrementar para evitar su desaparición», recalcan desde el Fapas.

A esa tarea se dedican en cuerpo y alma los conservacionistas mediante un convenio que recientemente renovaban y que a lo largo de los próximos años compaginarán con este nuevo proyecto de estudio de la fauna silvestre. Los entornos forestales de la cueva del Pindal y la ermita de San Emeterio, explican, «serán monitoreados con cámaras automáticas para obtener información tanto de las especies que ocupan estas áreas, como de su uso del territorio».

Concretamente, el trabajo de control fotográfico va a orientarse con preferencia a obtener información sobre el armiño. «Se trata de un carnívoro que presenta un alto grado de ocupación geográfica y que preferentemente ocupa hábitats de alta montaña», explican los técnicos del Fapas. Sin embargo, agregan, «en Ribadedeva y otras partes de Asturias esta especie se encuentra presente también en entornos totalmente costeros», como es el caso de los acantilados de Pimiango en los que se van a desarrollar los trabajos.

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