Ponga, un corazón contra el cáncer

Este tipo de cojines tienen su origen a miles de kilómetros de Ponga, en Tennessee (Estados Unidos), cuando las tías de una mujer aquejada de cáncer de mama le cosieron una almohadilla con forma de corazón para hacer más llevadera su convalecencia. Según explicaban ayer las artífices de esta iniciativa, el cojín se coloca en la axila del lado del pecho operado y ayuda a mantener el brazo separado y, por tanto, la cicatriz producida por la intervención y los ganglios no rozan y quedan protegidos.

«Fue una experiencia increíble, buenísima», reconocía Rosi Pereiro, vecina de la localidad pongueta de Priesca y una de las elaboradoras. A su lado, Maribel Gorgojo, de Sellaño, asentía e indicaba que, «además de pasar tiempo juntas y estar entretenidas, siempre es bonito saber que estás ayudando a otras personas».

Efectivamente, desde el propio hospital, la directora de Gestión de Cuidados y Enfermería, Maite Alonso, recalcaba cómo algo tan simple como un cojín con forma de corazón no solo contribuye a paliar las molestias de la cirugía, «sino que supone un apoyo emocional importante. Cuando una mujer está pasando por estos momentos tan difíciles, saber que hay gente que piensa en ella y que le transmite un mensaje de ánimo es algo que les marca. Algo con lo que se van a quedar cuando todo pase», indicó. Su colega Chema Llera, jefe del Servicio de Cirugía del hospital, le dio la razón y agradeció en nombre de todos sus compañeros «la solidaridad» demostrada por las ponguetas.

También se mostró encantada la presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer en Asturias, Margarita Fuente, quien destacó el «efecto terapéutico, físico y emocional que tienen estos cojines» y se congratuló de «poder conocer gente tan increíble como este grupo de ponguetas, dispuestas a dedicar su tiempo, esfuerzo y alegría a mejorar la vida de otras mujeres. El suyo es un mensaje de apoyo que llega al alma», aseveró.

La idea de elaborar las almohadillas partió del Consistorio de Ponga y ayer, su alcaldesa, la socialista Marta Alonso, no podía estar más contenta con el resultado. «Estoy muy orgullosa de mis mujeres, pues ningún proyecto tiene sentido si no cuenta con el apoyo de la gente y en este caso no lo dudaron y convirtieron el Ayuntamiento en un auténtico taller de costura, trayendo incluso sus máquinas de casa», explicó. También aprovechó para alabar la labor del equipo médico de Arriondas.

En el Hospital del Oriente son diagnosticadas e intervenidas de cáncer de mama una media de treinta mujeres al año, indicó Pendás, quien también señaló que la cifra se mantuvo constante en los últimos años.