Ribadesella exige mayor protección para los peregrinos en la nacional 632

Según explicó Alejandro Barrero, secretario de este colectivo, desde el Ayuntamiento se han buscado todas las alternativas posibles para sacar a los peregrinos de la carretera, pero no se ha encontrado nada factible debido a que el territorio está muy parcelado. «Es tan minifundista que hace inviable conexionar los caminos existentes», explicó. La última revisión la realizaron el propio Barrero y Manuel Quesada el pasado fin de semana y no obtuvieron resultado alguno. «Entramos por tres o cuatro sitios, pero no hay manera», insistió.

Además, los responsables de la Demarcación de Carreteras del Estado en Asturias confirmaban recientemente que la caja de la carretera en ese tramo carece de espacio donde habilitar un arcén o una senda paralela. Es decir, la única solución posible no será inmediata, solo se ve a largo plazo. Esta pasa por el desarrollo del Plan General de Ordenación del concejo de Ribadesella. «Las intenciones del equipo de gobierno son las de buscar una linde de expropiación que permita crear ese camino paralelo o exterior a la caja de la carretera, así que en eso estamos», añadió Barrero.

Tanto el Ayuntamiento como la Asociación de Peregrinos consideran urgente la búsqueda de soluciones porque cada vez son más los peregrinos que atraviesan esa zona sin ningún tipo de seguridad o protección. «El porcentaje ha aumentado exponencialmente, situándose este año por encima de los 5.500 caminantes y hay que tener en cuenta que el mayor valor patrimonial del Camino de Santiago son los peregrinos, así que debemos mirar por ellos y prestarles la mayor atención posible», añadió Barrero.

Entre tanto, el Ayuntamiento de Ribadesella continúa con los trabajos de mejora en dos tramos de la Ruta Jacobea. Por un lado, está habilitando una senda peatonal en el primer tramo de la carretera de San Pedro. Por otro, ha pavimentado el tramo comprendido entre Toriellu y los acantilados del Infierno. En este último fue donde se utilizó un compuesto a base de caña de azúcar y otros productos vegetales que, «además de dar una sensación de un camino natural, de tierra, es una maravilla, parece que está almohadillado, es algo espectacular», añadió Alejandro Barrero. A partir de ahora habrá que comprobar su resistencia al agua, la lluvia y el paso de vehículos agrícolas por el mismo.