Archivada una denuncia contra un guardia civil de Noreña por amenazas

El Juzgado de Instrucción número dos de Siero acaba de archivar una denuncia contra un guardia civil del Puesto de Noreña, al que un vecino de la villa condal le había acusado de un delito de amenazas. El titular ha decretado el sobreseimiento del caso al no apreciar ninguna prueba indiciaria de su participación en los hechos. Desde la asociación Unión de Guardias Civiles de Asturias, a la que pertenece el agente, exigieron ayer a la formación política Conceyu Abiertu por Noreña (CAN) «disculpas y una inmediata rectificación pública, pues ha cuestionado gravemente la profesionalidad y proceder de nuestro afiliado».

Los hechos se remontan al 27 de agosto del pasado año, cuando el agente y el denunciante se encontraron en el gimnasio del polideportivo municipal de la localidad. Según la versión del denunciante -que tenía entonces 23 años-, el guardia civil, que estaba fuera de servicio, le invitó a salir fuera «porque tenía que decirme un par de cosinas», tal y como publicó el afectado en su perfil de Facebook. Las supuestas amenazas denunciadas se habrían producido en el exterior del gimnasio.

A raíz de ese episodio, el grupo municipal Conceyu solicitó a la alcaldesa y al edil de Seguridad Ciudadana que hicieran un seguimiento de la denuncia y recabaran información por si los hechos tuvieran «unas posibles connotaciones políticas o racistas» dada la nacionalidad no española del denunciante.

Al día siguiente, la Unión GC-Asturias negó tajantemente los hechos y defendió la profesionalidad del agente, del que ayer volvió a reiterar que «tiene un expediente profesional inmaculado, habiendo sido condecorado y sin sanción disciplinaria alguna», por lo que «bajo ningún concepto» iba a consentir «un linchamiento profesional», ni que se pretenda «coartar la labor de la Guardia Civil en este municipio».

Según expuso entonces la asociación, el día anterior al incidente denunciado, el mencionado agente y otros dos compañeros fueron alertados desde el cuartel de Sama para que acudieran al parque de Los Riegos, donde supuestamente tres jóvenes estaban consumiendo droga, uno de ellos el denunciante.

Sin connotación racista

La asociación afirma que la actuación de los agentes se limitó a identificarles y a verificar si estaban consumiendo estupefacientes, un modo de proceder «plenamente legal y ajustado a derecho». También rechazó la acusación de Conceyu de que la actuación tuviera «cualquier connotación política o racista».

Asimismo, la asociación comentó que «en ningún caso iba a cuestionar, ni juzgar la aparente ideología anti-sistema del denunciante, por él hecha pública en redes sociales, falseando la realidad, pues la independencia política rige las actuaciones de los guardias civiles». Y exigió «un respeto a la intimidad e imagen del agente denunciado».

Tras la denuncia, el agente recibió el asesoramiento de los servicios jurídicos de la Unión GC-Asturias, que resaltó ayer el hecho de que ni siquiera se haya celebrado el juicio al no apreciar el juez titular ningún indicio de delito y haya procedido al archivo de las actuaciones. La asociación advirtió en su momento de que procedería judicialmente en caso de demostrarse la falsedad de las acusaciones.