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'Rafaela' y 'Luisito' corren por la zona que comparten con cinco alpacas más.
Un enclave animal intercontinental

Un enclave animal intercontinental

El Núcleo Zoológico de Tuernes el Pequeño reúne más de diez especies diferentes

Soledad Rodríguez Noriega

Martes, 6 de septiembre 2016, 16:41

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En el corazón de Llanera se encuentra un enclave que transporta a quien lo visita a diferentes lugares del mundo. La razón no es otra que compartir momentos con animales desconocidos o poco vistos en España y enAsturias cuyo origen se reparte por los cincos continentes.

Este singular lugar es el NúcleoZoológico de Tuernes el Pequeño que es privado y de él se ocupan los ovetenses Luis Miguel Álvarez y Maximiliano Huete. Acaba de cumplir seis años y nació a partir de la pasión de ambos por los animales. Los primeros inquilinos de los 24.000 metros cuadrados que componen este núcleo fueron las alpacas, concretamente Fortuna yCurro que siguen en la instalación. Este animal procede de Perú donde «tienen una consideración parecida a las ovejas aquí». En Llanera se pueden observar siete ejemplares, además de los primeros pobladores ahora están: Cayetana, Paquito, Fortu, Luisito y la única de pelaje blanco, Rafaela.

«Las alpacas tardan 345 días en parir», comenta Álvarez, al que su interés por los animales le lleva además de cuidarlos y mimarlos con esmero a indagar sobre su origen, cuidados y curiosidades sobre cada especie. Otra de las peculiaridades de las alpacas, en este caso de los machos es que solo puede haber uno en cada punta (manada para este animal). «Se reconocen por el olor, por eso a los machos más jóvenes no los hemos tosquilado aún porque si no, Curro los castraría», explica el ovetense.

En las inmediaciones de la zona de las alpacas, hay un rebaño de cabras enanas, típicas de África. Entre ellas, además de las que Álvarez adquirió para el núcleo hay dos adopciones. «La negra la recogimos porque no tenía los cuidados que necesitaba y la última en venir, hace tres semanas, se llama Estrellita». Precisamente, esta cabra no deja a Álvarez ni a sol ni a sombra y corretea tras él. «Está adaptándose a estar con el resto, le está costando un poco porque está acostumbrada a estar rodeada de gente porque se crió a biberón», comenta. A pocos metros, dos emús Isidro y Lupe saludan con su peculiar pico que abren al límite. Estas aves australianas se parecen a las avestruces aunque son más pequeñas.

Pero en la zona que más terreno concentra del núcleo también hay especies más conocidas. En una peculiar jaula que alberga un árbol en su interior y varios nidos en donde crían los periquitos. Los hay de todos los colores y se puede seguir el proceso de estas aves desde que nacen hasta que echan a volar. En la actualidad, Álvarez y Huete cuentan con más de cuarenta pájaros.

Cerca del bullicio de los periquitos están dos habitantes de lo más cariñosos con todos los visitantes son un par de cerdos vietnamitas enanos, conocidos como minipigs. Pablo y Pedro como se llaman, tienen año y medio y se acercan con entusiasmo a Álvarez desde que los llama hasta que llega a su zona. «Están jugando todo el día, no paran de correr y estar uno encima del otro.Da gusto verlos cómo se divierten y lo pasan en grande», comenta Álvarez.

Las ocas guardianas

El núcleo está en una zona tranquila pero esa paz se rompe cuando alguien llega a la entrada, de lo que se percatan las ocas que emiten sonoros avisos para indicar que alguien desconocido se acerca. «Me entero de que hay gente por ellas más que por los perros», comenta el ovetense. La docena de estas aves que hay en este peculiar enclave se hacen notar. Hay dos tipos de ocas la común y la china que se caracteriza por su pico.

Tuernes el Pequeño puede presumir gracias al ímpetu de Álvarez y Huete de ser la localidad en la que nació la primera vaca watusi asturiana, un hecho que se produjo el pasado 11 de marzo. Junto con Trini viven Popeye, Olivia y Jimena. Estas reses africanas se caracterizan por sus pronunciados cuernos, su piel brillante, su papada y su pequeña ubre. «Cada cuerno puede llegar a medir metro y medio y pesar cincuenta kilos.Los cuernos les sirven para enfriar la sangre», indica Álvarez. Cerca de las watusi se encuentra El Guaje, una joven llama que este año desfilará en la Cabalgata de Oviedo. Hasta hace poco, la otra llama,Conde fue la primera en participar en la de Lugones y después dio el salto a la capital asturiana.

La última familia en llegar han sido los ponis. Dani, Lili y el pequeño Gabi son uno de los preferidos de los niños. «Son muy cariñosos», señala Álvarez.

«El paraíso»

Este elenco de animales se completa con trece perros y conejos a los que se les está reformando su espacio. El cuidado de todos ellos lo hacen personalmente Álvarez yHuete que a diario les proporcionan sus necesidades tanto alimenticias como veterinarias cuyos costes salen íntegramente de su bolsillo. «Tenemos todos los permisos y están saneados. Vienen varios veterinarios para que todos los animales tengan un seguimiento médico conveniente», comenta el ovetense. Unos animales que «son mi pasión, como si fueran hijos porque todos son muy cariñosos y te agradecen el tiempo que pasas con ellos». Este enclave es «el paraíso» para el joven cuyo deseo es «poder abrirlo al público algún día». No obstante recibe visitas previo contacto con los responsables por teléfono o redes sociales.

Al mes emplean cerca de cuatrocientos euros en el pienso ya que no todos los ejemplares pueden comer el mismo. Además del tiempo empleado en la limpieza de las fincas y de cada parcela.

Los creadores de este núcleo zoológico acuden a ferias nacionales donde reciben la felicitación de los organizadores y son la sensación con sus animales. Para el futuro tienen pensado incorporar más especies y por el momento, están buscando ovejas enanas para traer a Llanera.

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