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Roberto Villa, Francisco Junquera y Maximino Quirós, 'Chumi', ayer, con una cazauela de callos en el Bar La Plaza.
Los callos recuerdan sus orígenes

Los callos recuerdan sus orígenes

Francisco Junquera, Roberto Villa y Maximino Quirós organizaron un baile con reparto de cazuelas para recaudar fondos el Ecce Homo

LYDIA IS

Domingo, 4 de diciembre 2016, 01:18

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El 15 de diciembre de 1968 las antiguas cocheras del Castromocho, en Noreña, acogieron la que sería la primera fiesta gastronómica con los callos como protagonistas. Francisco Junquera, por entonces presidente de la Sociedad Noreñense de Festejos (SONOFE), Roberto Villa y Maximino Quirós, más conocido por 'Chumi', fueron sus promotores. «Queríamos dar un impulso a las fiestas del Ecce Homo y necesitábamos dinero, así que se nos ocurrió que podíamos organizar bailes para recaudar fondos, pero poco después coincidió que abrió El Samoa en El Berrón y contra aquello no podíamos competir», recuerdan.

Elaborar un plan 'b' les llevó mucho tiempo y esfuerzo, pero el resultado fue todo un éxito. «Decidimos organizar una fiesta en diciembre donde iba a haber baile, pero también repartiríamos callos, que son la comida emblemática de Noreña», apuntan. Eligieron el 15 de diciembre por ser sábado, anterior a las navidades y porque los mineros ya habían cobrado. «Queríamos que aquello se llenara de gente y lo conseguimos; agotamos existencias de todo menos de los callos, que fueron un regalo que nos hizo La Noreñense y nos habían dicho que si se terminaban nos daban más», añaden.

Comida institucional

También los hosteleros se volcaron con la organización, aunque lo más difícil, aseguran, fue encontrar cubiertos para tantos comensales. «Por aquel entonces no había de plástico y tuvimos que coger cucharillas hasta de nuestras casas», explican.

Los tres impulsores participaron ayer en el bar La Plaza en la comida institucional junto a la alcaldesa, Amparo Antuña, las ediles Ana González y Pilar Cuesta y los representantes de los ayuntamientos de Llanera, Siero, Sariego, Nava y Bimenes. «Los callos son un plato muy agradecido y nosotros estamos encantados de que se sigan celebrando las jornadas y que vengan a disfrutarlas tanta gente», aseguraron Villa, Junquera y Quirós.

Asimismo, recordaron que en 2017 la fiesta cumplirá cincuenta ediciones, algo que choca con los carteles actuales, que cifran la celebración en la número cincuenta y cuatro. «Debió haber un error o que alguna vez se hicieron dos veces el mismo año, pero la fecha inicial fue 1968», sostienen.

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