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Viernes, 8 de noviembre 2019, 12:15
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El catedrático de Botánica de la Universidad de Oviedo José Antonio Fernández Prieto falleció durante la noche del jueves de manera repentina en su domicilio. Tenía 69 años y múltiples proyectos entre manos. Persona «excelente» y «muy buen compañero», Fernández Prieto era, según le definen quienes trabajaron con él, el mejor conocedor de la flora del Cantábrico. Lo avalan los más de 260 artículos científicos que publicó a lo largo de una carrera en la que también ocupó cargos de relevancia, como la dirección científica del Jardín Botánico Atlántico de Gijón (durante el primer lustro de este espacio) o la dirección del Instituto de recursos naturales y ordenación del territorio (Indurot).
Natural de Mieres, estudió Biología en la Universidad de Oviedo, donde desarrolló prácticamente toda su trayectoria profesional como docente e investigador, al margen de una breve estancia en la Universidad de León.
Deja mujer, María Ceballos, y tres hijos —Alfonso, Antón y María— y un sentimiento de orfandad entre los muchos botánicos que desarrollaron su carrera bajo su sabia y siempre cercana tutela.
Su capilla ardiente ha quedado instalada en la sala 3 del tanatorio de El Salvador, en Oviedo, donde mañana se celebrará el rito exequial de despedida, a la una de la tarde.
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