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Varela celebra junto a Álvaro Álvarez su victoria en las elecciones de 2007.
La alcaldesa que nadie esperaba

La alcaldesa que nadie esperaba

Varela pasó de ser candidata por descarte a revalidarse como la primera mujer al frente del Consistorio

JESÚS GONZÁLEZ

Martes, 2 de septiembre 2014, 00:25

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En septiembre de 2006, nadie podía esperar que Pilar Varela llegara a estar nueve meses después sentada tras la mesa del despacho de Alcaldía, el mismo en el que ocho años más tarde sigue desempeñando su cargo.

Varela fue elegida unas semanas más tarde como candidata socialista a las elecciones de 2007 por descarte. La agrupación había nombrado para ese puesto a Belén Fernández, la actual consejera de Fomento, que entonces podía presumir de experiencia en cargos autonómicos, pero que era una desconocida en la ciudad. Pocas jornadas después renunciaría «por motivos personales» y el PSOE tiró de la entonces concejala de Hacienda, Pilar Varela, para asumir el reto de suceder a Santiago Rodríguez Vega en la Alcaldía.

Y lo consiguió. La alcaldesa que nadie esperaba logró que su lista fuera la más votada en aquellas elecciones municipales y pudo acceder a la Alcaldía merced al pacto de Gobierno que su formación renovó con Izquierda Unida.

Pilar Varela se convertía así en la primera mujer que presidía la Corporación avilesina.

Políticas sociales

La alcaldesa inesperada pudo revalidar su cargo en 2011 con escasos apoyos dentro de su partido y después de unos años de gestión en los que tuvo mucho peso su capacidad de ganarse a los ciudadanos a pie de calle, en las distancias cortas. También el desarrollo de una gestión en la que, desde un primer momento, quiso convertir las políticas de Bienestar Social en una de sus señas de identidad. La propia Pilar Varela aludía ayer, en su despedida, a ese aspecto como uno de los logros que la hacen sentirse orgullosa del trabajo realizado.

Su labor en los últimos años ha sido fagocitada en parte por el 'caso Niemeyer', donde se da la paradoja de que, a pesar de ser ella misma quien pusiera en conocimiento de la Fiscalía supuestas irregularidades con la facturación, mantiene la etiqueta de imputada. Pase lo que pase y aunque es probable que sea desimputada, el deterioro de imagen de cara a la opinión pública de esa decisión judicial ha sido una losa muy difícil de sobrellevar.

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