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El colorido exterior que va tomando la nueva nave de Asturiana de Zinc a pie de muelle destaca en una zona en la que predominan los grises y negros.
La nave de almacenamiento de mineral de AZSA en el puerto estará lista a finales de año

La nave de almacenamiento de mineral de AZSA en el puerto estará lista a finales de año

Se completa con la construcción de nuevas cintas selladas herméticamente para evitar la salida de polvo

YOLANDA DE LUIS

Lunes, 29 de septiembre 2014, 01:02

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Probablemente es la mayor inversión en almacenamiento que se está ejecutando ahora mismo por una empresa en España. Sin duda, la inversión más importante que ha realizado Asturiana de Zinc (AZSA) en sus instalaciones logísticas. Estas son dos de las características de la obra que lleva a cabo desde principios de año la multinacional del zinc en la dársena de San Juan de Nieva, un proyecto que cuenta con un presupuesto de 11 millones de euros y cuyo objetivo es mejorar la calidad medioambiental de la zona.

EL PROYECTO

  • La nave de almacenamiento. Situada en San Juan de Nieva, ocupa casi 20.000 metros cuadrados, con unas dimensiones de 208 metros de largo por 85 de ancho. Tiene capacidad para almacenar hasta 180.000 toneladas de blenda, cantidad que en algunos momentos acumula AZSA en el puerto actualmente sin protección.

  • El sistema de carga y transporte. Desde el cantil del muelle oeste de San Juan habrá 255 metros de cinta transportadora en galería cerrada que llevarán el material a la nueva nave de almacenamiento. Desde ahí otros 387 metros de tolvas, cintas y torres trasladarán el material a la factoría de Asturiana de Zinc.

  • La inversión. Asturiana de Zinc destina once millones de euros a este proyecto medioambiental.

  • Los plazos. Las obras comenzaron a principios de año y las de la nave estarán finalizadas antes de que termine el actual ejercicio. Las de las cintas transportadoras todavía durarán unos meses más y concluirán en primavera.

Para ello se está construyendo una nave a la que llegará, a través de una cinta transportadora completamente sellada, la blenda que descarguen los barcos en el muelle oeste. Allí se almacenará el mineral o se transportará a la factoría a través de nuevas cintas en galería cerrada que evitarán la salida de polvo.

Asturiana de Zinc es el principal cliente del puerto, ya que anualmente mueve un millón de toneladas de mineral. Hasta ahora este volumen de blenda se descarga en el muelle de Raíces sin ningún tipo de protección y luego se transportan por cintas hasta los almacenes situados en el interior de la fábrica.

En momentos puntuales, se pueden llegar a acumular al aire libre en el puerto hasta 180.000 toneladas de mineral. Esto sucede especialmente en verano, ya que en esa época del año llegan al puerto barcos cargados de blenda procedentes de las minas cercanas al círculo polar ártico, puesto que en otros momentos del año la navegación no es posible.

La construcción de esta nave, que cuenta con casi 20.000 metros cuadrados, permitirá almacenar hasta 180.000 toneladas de mineral bajo techo, lo que reducirá notablemente la contaminación en un espacio portuario en el que se supera la mayor parte del año los límites ambientales establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Todo será una realidad la próxima primavera, pero antes ya se habrá terminado la gran nave en construcción, ya que se espera que las obras puedan haber finalizado este mismo año.

Ni rastro de polvo

Según explicó el jefe de la oficina técnica de Asturiana de Zinc, Elías de Gregorio, ahora la blenda llegará desde el buque a esta nueva nave, que tiene una medida aproximada a la de dos campos de fútbol, a través de una cinta de 255 metros de longitud que está completamente cerrada para proteger el material y también evitar la salida de polvo.

El diseño interior de la nave ha corrido a cargo de la oficina técnica de la multinacional junto a varias ingenierías. En ella se crearán los compartimentos para separar los minerales en función de su origen y se distribuirá el material también a través de cintas.

A partir de ahí, la blenda será transportada a la fábrica de AZSA a través de otro sistema de tolvas, cintas y torres que tendrán un recorrido de 387 metros. Este nuevo sistema tiene una capacidad de transporte de 1.000 toneladas de materiales a la hora.

Las cintas que Asturiana de Zinc utiliza actualmente tienen capota, pero las nuevas que estarán instaladas en la primavera del próximo año irán completamente cerradas para evitar la salida de polvo proveniente del mineral.

Singular

El proyecto medioambiental que desarrolla AZSA y que sin duda contribuirá a mejorar la calidad ambiental en San Juan de Nieva tiene un aspecto más que lo convierte en singular. Aunque la nave ha sido ideada por el área técnica de la multinacional del zinc, para su imagen exterior seleccionaron un arquitecto en busca de darle un aspecto poco habitual en este tipo de almacenes a pie de puerto.

El arquitecto José Ramón Fernández Molina ha sido el encargado de diseñar el acabado exterior de esta nave, con colores que ya se comienzan a ver y que llaman la atención en un espacio portuario en el que predominan los tonos grises y negros. Su funcionalidad está garantizada, pero también su singularidad en un espacio portuario en donde hasta ahora simplemente había unas grandes pantallas metálicas para tratar de minimizar la contaminación ambiental que producía el material acumulado al aire libre.

ArcelorMittal abrió el camino a este tipo de construcciones industriales singulares en la zona portuaria. En el año 2008 el diseño del arquitecto Sergio Baragaño para los tinglados que la empresa del acero tiene en sus muelles de la margen derecha de la ría sorprendieron por su originalidad y todavía hoy siguen llamando la atención de aquellas personas que visitan la ciudad por vez primera.

La intervención que Asturiana de Zinc está llevando a cabo se enmarca dentro del plan de calidad del aire que la Consejería de Medio Ambiente elaboró para el puerto inicialmente, aunque posteriormente fruto de las alegaciones presentadas, amplió su ámbito de actuación. Este plan cuenta con una inversión de 14,5 millones de euros, de los que 11 son los que AZSA destina a este nuevo sistema de almacenaje y transporte de mineral.

La intervención mejorará la calidad del aire en la zona de San Juan, Salinas, La Maruca/Jardín de Cantos y Zeluán, así como la zona industrial de Las Arobias y Conde de Guadalhorce. Las asociaciones de vecinos, junto a los ecologistas, llevaban años reclamando una intervención de este tipo para mejorar la calidad del aire.

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