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JESÚS GONZÁLEZ
Sábado, 25 de octubre 2014, 00:19
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El hasta ahora juez decano de Avilés, José Luis Niño Romero, se despedía ayer de quienes han trabajado con él durante los últimos once años, una etapa que él mismo define como la más importante de su carrera, hasta ahora, tras asumir la titularidad del juzgado de lo Penal de la ciudad -entonces era el único, ahora es el número 1-, en marzo de 2003, procedente del juzgado de Primera Instancia número 1 de su Madrid natal. Seis años después, fue elegido por sus compañeros como juez decano de la ciudad, lo que le llevaría a compatibilizar la impartición de justicia con la coordinación de los medios humanos y materiales del Palacio de Justicia avilesino. En septiembre del año 2011 se trasladó de juzgado al asumir la titularidad de la sala de lo Social número 1 de la ciudad, plaza que conservará pese a que asumirá de forma inminente, y temporal, el puesto de letrado del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Con la despedida que le han dispensado sus colegas, ¿de verdad se quiere ir de Avilés?
Es una pregunta difícil de contestar, y en estos momentos más. Pero yo no me voy de Avilés, se va mi trabajo. Yo en esta ciudad estoy muy a gusto y voy a seguir viviendo aquí. Se va mi trabajo.
¿Qué ha sido esta etapa en Avilés para su carrera profesional?
La más importante, seguro, sin ninguna duda.
¿En qué sentido?
En todo. Aprendí, maduré en la profesión, en la comprensión de los procedimientos, de los problemas que trae la gente. Aprendí a trabajar en órganos colegiados, en todas las jurisdicciones... Realmente esta etapa en Avilés es la que me ha dado el paso al Consejo General del Poder Judicial.
¿Qué funciones va a tener como letrado del Consejo General del Poder Judicial?
Pues la sección en la que voy a estar es Oficina Judicial, aunque lleva varias cosas. Fundamentalmente lleva asuntos de refuerzo de juzgados y tribunales, ya sea refuerzo de magistrados, de jueces, de personal funcionario o de secretarios judiciales... cualquier tipo de refuerzo o medida de apoyo, o planes de urgencia o de refuerzo de objetivos, es algo que lleva la sección. Igualmente lleva informes sobre la Oficina Judicial como por ejemplo horarios o el calendario laboral, la elección a salas de gobierno, jornadas de jueces decanos... En realidad es una sección que lleva muchas funciones.
Parece que va a tener mano en muchas de las cosas que ha venido demandando como juez decano de Avilés, ¿no?
No. Mano no tengo. Estoy en un órgano técnico y lo que hago es informar. Quien decide es, o la Permanente o el Pleno del CGPJ. Yo, mano no tengo. Tengo capacidad de informar, pero nada más. Mi experiencia en Avilés a lo mejor me sirve para decidir bien las cuestiones sobre las que tengo que informar. Pero para decidir, no. Afortunadamente.
El presidente del Consejo General del Poder Judicial se quejaba el otro día de que la Ley de Enjuiciamiento Criminal probablemente está «pensada para los robagallinas». ¿Qué le falta a la justicia para llegar a los grandes delitos?
Hace falta modernizar la ley y hacen falta medios, sí. Fundamentalmente lo que hacen falta son más jueces.
O sea que comparte que la Ley está hecha para los 'robagallinas'.
En algunos aspectos es así. A ver, no sé si está hecha para los 'robagallinas', pero lo que está claro es que seguramente no estamos preparados para las causas de corrupción o las grandes causas criminales. La propia Ley establece una serie de trámites que deberíamos superar.
¿Qué aspectos de la Ley impedirían o pondrían límites a que se pudiera llegar más allá en esos casos de grandes delitos?
No es que la Ley no pueda llegar a las macrocausas, sino que no prevé instrumentos adecuados para una instrucción tan grande y tan compleja, y que requiere tanto trabajo.
Usando un poco el argot policial, ¿cree que 'los malos' van por delante?
No. Pero bueno, 'los malos' hacen cosas malas. En la medida en que delinquen y no son descubiertos, se puede decir que van por delante, pero nada más.
Llevamos oyendo hablar mucho tiempo de la nueva Oficina Judicial, ¿tenemos todavía muy lejos ese cambio?
No, yo creo que cada vez está mucho más cerca. Ya es una realidad en otras ciudades como Murcia, Burgos o Cáceres, y tarde o temprano se acabará imponiendo. Ese modelo, así como está o modificado, se impondrá. Lo que está claro es que lo que hay ahora no vale.
¿La gran ventaja de esa nueva Oficina Judicial será la agilidad a la hora de impartir justicia?
Sí.
¿Y en cuanto a la persecución de los grandes delitos?, ¿qué hará falta?
Pues lo que hará falta es esperar a que el legislador acomode las leyes y los medios necesarios para actuar adecuadamente.
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