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Tramo de la vía en el que se salió el vehículo dañando a una decena que se encontraban aparcados.
Un conductor ebrio derriba dos farolas y daña diez coches en la avenida de Cervantes de Avilés

Un conductor ebrio derriba dos farolas y daña diez coches en la avenida de Cervantes de Avilés

La Policía Local lo detuvo y está acusado de un delito contra la seguridad vial ya que cuadriplicó la tasa de alcoholemia

C. R.

Martes, 25 de noviembre 2014, 00:30

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Un conductor derribó dos farolas y provocó daños en diez coches estacionados al perder el control de su vehículo cuando circulaba de madrugada y en estado ebrio por la avenida de Cervantes, justo antes del entronque con la calle de La Magdalena. Pese a la espectacularidad del accidente, no hubo heridos y el conductor salió ileso.

J. L. R. E., de 31 años, nacionalidad ecuatoriana y vecino de Avilés, se salió de la calzada cuando bajaba la citada calle a la altura del solar anexo al antiguo colegio San Fernando, en el que aparcan decenas de vehículos. El monovolumen que conducía, un Renault Space, matrícula 8557 FYW, se subió a la acera, de unos dos metros de ancho, y sobrepasó un segundo bordillo, más bajo que el anterior, que delimita el aparcamiento en el que se encontraban los vehículos dañados. Hasta diez sufrieron daños de distinta consideración en la marcha descontrolada del monovolumen de J. R. R. E. Además, del propio Renault Space.

Los hechos tuvieron lugar a las 5.15 horas. En el control de alcoholemia practicado por los agentes de la Policía Local, el conductor cuadruplicó la tasa de alcohol permitida. En un segundo análisis, la tasa fue aún superior, según fuentes policiales.

El joven fue detenido y está a la espera de pasar a la disposición judicial acusado de un presunto delito contra la seguridad vial. El artículo 379.2 del Código Penal establece prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad y, en cualquier caso, la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores entre uno y hasta cuatro años, cuando la tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro.

Como casco urbano, la velocidad en esta carretera esta limitada a 50 kilómetros por hora pero los vecinos de la zona atestiguan que es habitual que los vehículos, incluso de día, cuando la densidad circulatoria es considerable, sobrepasen esa velocidad.

Precisamente, a la altura del solar que funciona como aparcamiento existe una señal luminosa informativa, que indica al conductor la velocidad a la que conduce.

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