«Nos han utilizado, no vamos a permitir que nos cierren»

Del estupor a la incredulidad y de la rabia a la petición de serenidad por parte del comité de empresa. La comunicación de la dirección de Alcoa corrió como la pólvora entre la plantilla de la fábrica avilesina. «Nos han estado utilizando para que los trabajadores les ayudáramos en lo de la tarifa eléctrica, pero ahora el enemigo es la empresa», señaló, rotundo, José Manuel de la Uz, el secretario general de la sección sindical de CC OO, que junto con Daniel Cuartas, de UGT, y presidente del comité, llevaron la voz cantante en la asamblea que se celebró ayer en la zona de la explanada de entrada de la factoría.

Ambos sindicalistas, lo mismo que los compañeros de USO y APC (Cuadros), reclamaron en principio tranquilidad para ir dando pasos en una situación que se adivina tensa y larga ante el anuncio de la empresa del inicio de un periodo de consultas para un procedimiento de despido colectivo. Los trabajadores aprobaron sobre la marcha mantener una concentración delante de las instalaciones fabriles durante las 24 horas, a partir de las cinco de esta mañana, y hasta el jueves, fecha en la que se llevará a cabo en Madrid la primera de las reuniones de la dirección con los comités de Avilés y A Coruña, aunque en principio había sido anunciada para hoy martes. Se celebrarán también dos nuevas asambleas. En principio iban a tener lugar hoy pero, ayer de noche, se optó por retrasarlas. Sin fecha, de momento.

Los responsables sindicales pidieron a la plantilla «serenidad», de forma que ninguna de las acciones que se vayan a tomar a partir de ahora «se hagan de forma alocada». A la concentración que la plantilla observa desde ayer, se unirá una gran manifestación por las calles de Avilés, para la que ya se ha pedido el correspondiente permiso ante la Delegación del Gobierno. Ayer mismo, durante la asamblea y la concentración posterior se fueron uniendo a los 414 trabajadores que integran la plantilla de Alcoa en Avilés, un buen número de empleados de contratas que también operan para la multinacional del aluminio, así como familiares.

La noticia del expediente de despido colectivo, que lleva implícito un cierre de las instalaciones que se adivina más pronto que tarde, salvo que la multinacional se vea obligada a buscar otras salidas, como la de una posible venta, cayó como un mazazo en toda la ciudad y en la comarca. Hay que tener en cuenta que Alcoa es una de las empresas industriales más importantes de Avilés, tanto por el número de trabajadores como por la «calidad» del empleo, con unas condiciones económicas y sociales que sólo el sector industrial es capaz de mantener en estos tiempos.

Por otro lado, Alcoa tiene una incidencia clara en otros sectores como el de los transportes, servicios generales y puerto, en donde ha movido hasta el pasado mes de octubre 121.149 toneladas.