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BORJA PINO
Sábado, 13 de diciembre 2014, 00:43
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Los fantasmas de la guerra civil y de la postguerra quedaron ayer parcialmente difuminados en La Piñera de Llaranes Viejo, en el cementerio de La Carriona y en la Quinta Pedregal. En la tarde, en esos tres espacios se inauguraron otros tantos monolitos dedicados al recuerdo de las víctimas avilesinas de la contienda y de la represión franquista.
La alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, acudió a los actos acompañada por varios miembros de la Corporación. «Hoy hacemos justicia, y reconocemos a quienes fueron torturado y fusilados por defender la legitimidad democrática de la República», afirmó Varela.
Incluso la Respetable Logia Masónica Jovellanos de Gijón expresó su satisfacción con una inauguración que supone «un recuerdo a los librepensadores que, masones o no, fueron acusados de ello».
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