El Centro de Atención a la Discapacidad abrirá diez plazas residenciales

El Centro de Atención a la Discapacidad de La Magdalena pondrá en marcha las 44 plazas de los módulos residenciales con los que la instalación estará a pleno rendimiento a partir de febrero. El primero de ellos, concebido como «alejamiento residencial» para personas con autismo, ofrecerá diez plazas iniciales que gestionará la Fundación Asturiana de Atención y Protección a Personas con Discapacidades y/o Dependencias (FASAD). Las otras 34 plazas se dividen en dos módulos que se irán habilitando paulatinamente a expensas de tener definido a qué necesidad enfocarlos, algo que se hará «a lo largo del año, viendo cuáles son las necesidades y los servicios que se pueden empezar a prestar en este centro, lo iremos poniendo en marcha», según explicaron ayer en Avilés la consejera de Bienestar Social, Graciela Blanco, y el director general de Políticas Sociales, Enrique Rodríguez Nuño.

De hecho, estas diez primeras plazas responden a la necesidad trasladada por el propio colectivo de autistas y Nuño no descarta que las próximas dos unidades también puedan acoger a personas que «ya son usuarias de este centro», en referencia a los recientemente trasladados enfermos de Alzheimer del Centro de Día 'Ría de Avilés'. «Se está estudiando su uso para orientarlo hacia un tipo de discapacidad u otro», comentó.

Graciela Blanco señaló la «normalidad» en el reciente traslado al centro de La Magdalena de las personas con Alzheimer que hasta ahora eran atendidas en el centro de la avenida Conde Guadalhorce. «Es un nuevo centro y, por lo tanto, las instalaciones son más modernas y adaptadas a las necesidades de los usuarios. Ha sido uno de los pioneros en el desarrollo de programas de autoayuda como el 'No me olvides', dirigido a las familias, y se mantienen los programas de terapia con animales y con música», describió. El equipamiento actual se completará con una sala de estimulación sensorial «para trabajar la memoria, la atención o el lenguaje, y otros componentes para combatir la ansiedad y la agresividad».

El primer servicio que ocupó las instalaciones de La Magdalena fue el servicio de Atención Temprana, que atiende a niños de la comarca de 0 a 6 años con algún tipo de transtorno del desarrollo. La consejera aseguró que «las nuevas instalaciones permiten atender el incremento de la demanda», ya que «en 2013 se atendieron 189 casos y en 2014, 205». Además, el año pasado se recibieron 92 nuevos casos y se dieron 110 altas por escolarización o normalización.

La titular de Bienestar Social aprovechó la visita al centro de La Magdalena para recordar los 28,6 millones de euros destinados en 2014 al ámbito de la discapacidad. De estos, casi 1,6 correspondieron a subvenciones a las entidades del tercer sector del ámbito de la discapacidad; 2,1 fue para convenios de colaboración con los ayuntamientos para el sostenimiento de los centros de apoyo a la integración municipales; 13,5 para el mantenimiento de las plazas concertadas con entidades; 1,5 se destinó al transporte y 362.000 euros al programa de 'Apoyo en el Entorno' que gestiona Cruz Roja. El resto del gasto hasta los 28 millones correspondió al mantenimiento de los centros propios y al desarrollo de programas específicos como la terapia con animales o la estimulación acuática, puestos en marcha durante esta legislatura.

El informe detallado con todas las subvenciones concedidas así como el gasto en servicios para la discapacidad se publicará en el portal de la transparencia del Principado de Asturias a lo largo de la próxima semana, según informó Blanco.

La consejera cifró en 1.329 el número de plazas disponibles para atención a los discapacitados en los centros de apoyo a la integración, de las que 696 son en centros públicos de la consejería o municipales y las 633 restantes han sido concertadas con distintas entidades. Otras 697 plazas son de atención residencial, 222 de ellas propias y 475 en régimen de concierto.

Destacó la próxima publicación en el BOPA de la resolución de 30 de diciembre, por la que se aprobó la tarjeta acreditativa del grado de discapacidad, una vieja demanda del colectivo, que benefica a unas 124.000 en Asturias, más de diez mil en el área de Avilés.