Viento de 100 kilómetros por hora sin daños graves en la comarca

Bien puede aplicarse en esta ocasión aquello de que la noticia es, afortunadamente, la ausencia de incidentes relevantes. El corte durante unas horas, de madrugada, de la carretera de El Cueto, en Valliniello, por la caída de un árbol, algunos desprendimientos de fachada sin mayores consecuencias y el ir y venir de contenedores impulsados por el viento eran a la hora de cerrar esta edición los mayores percances que había ocasionado el temporal en la comarca de Avilés. El mar golpeó con fuerza, aunque no con la suficiente como para causar desperfectos, por lo que aquellos que acudieron a la línea de costa pudieron disfrutar del espectáculo, olas de más de seis metros de altura en Salinas.

El anuncio de temporal, con nivel 3 de alerta naranja, llevó a las policías locales de Avilés y Castrillón a cerrar el acceso al parque de Ferrera y al Museo de Anclas Philippe Cousteau, de Salinas, medidas que se mantendrán al menos durante la mañana de hoy sábado.

El viento golpeó con fuerza. La estación meteorológica del Aeropuerto de Asturias registró una racha máxima de 100 kilómetros en torno a las siete y media de la tarde y vientos sostenidos de 62. El termómetro no bajó en exceso, moviéndose entre 9,6 y 12,5 grados, pero agua no faltó, 30 litros acumulados entre las seis de la madrugada y las seis de la tarde.

La previsión indica que el temporal se mantiene, acompañado de una notable caída de temperaturas. La Agencia Estatal de Meteorología anuncia lluvias durante toda la jornada, vientos del Noroeste de hasta 45 kilómetros por hora y sitúa la cota de nieve en 300 metros a partir de las seis de la tarde. En cuanto al termómetro, 4 de mínima y 8 de máxima en Avilés. El mar seguirá bravo, si bien Puertos del Estado rebaja a 4,5 metros la altura máxima de las olas, lejos de los siete que se alcanzaron ayer en el mismo espigón de San Juan, según la misma fuente.

En cuanto a los desperfectos ocasionados ayer viernes por el viento, un desprendimientos de fachada en Juan XXII obligó a intervenir a los bomberos. También se cayeron pequeños trozos de madera de un edificio de la plaza Hermanos Orbón, y se soltó un cable, con peligro para los transeúntes. A última hora de la tarde un árbol cayó sobre un tendido eléctrico en Miranda, en un principio sin afectar al suministro.

La fuerza del viento movió un vehículo que estaba estacionado en la calle de Hernán Cortes, sin llegar a golpear a nadie ni a nadie, derribó un semáforo de obra en la Avenida de Cervantes y desplazó un buen número de contenedores y algunos de los elementos de plástico que se utilizan para canalizar el tráfico en zonas en obras, ayer bastante congestionadas. No hubo que lamentar más daños.