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YOLANDA DE LUIS
Domingo, 26 de abril 2015, 01:03
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La actividad de los Servicios Sociales municipales no ha parado de crecer en estos años de crisis. Cada vez son más las personas que se ven obligadas a recurrir a ellos para poder hacer frente a cuestiones tan básicas como el pago de la vivienda, la luz, el agua o la alimentación. Sólo el año pasado, las trabajadoras de las cuatro oficinas de Servicios Sociales de Avilés vieron como casi mil familias (964) que nunca habían tenido que acudir a ellas lo hacían por vez primera. De hecho, durante 2014 se atendieron casi 5.000 personas más que en 2011.
familias recibieron ayudas de emergencia en los últimos años.
avilesinos acudieron por primera vez a Servicios Sociales en 2014.
avilesinos se benefician del salario social.
perceptores del salario social son desempleados sin subsidio.
En cifras concretas, hace cuatro años el número de personas atendidas era de 6.539, aumentó a 7.811 en 2012 y en 2013 se dio el salto más significativo ya que se pasó a 10.918 usuarios. Y el año pasado se cerró con 11.477 personas atendidas en los Servicios Sociales municipales, según recoge la memoria elaborada por este área.
Todo ello tiene también su traslación al número de entrevistas que se producen cada año en las oficinas. Entre 2011 y 2014 se ha producido un aumento del 32%, una media de 1.234 más cada año, ya que se partía de las 11.744 y el año pasado fueron 15.447 las citas atendidas por las trabajadoras sociales de Avilés. El sistema de cita previa implantado por el Ayuntamiento hace algunos años permite que las peticiones sean atendidas en un plazo máximo de una semana, aunque en casos urgentes, que cada vez hay más, la atención es inmediata.
Cuando una persona llega por primera vez a los Servicios Sociales se le asigna un profesional de referencia. Lo primero que hará será una evaluación inicial de las necesidades y demandas de la persona o la familia. Esas demandas se concretan luego en las prestaciones que pueden ser simplemente de información; de apoyo a la unidad de convivencia con recursos como ayuda a domicilio, por ejemplo; intervenciones relacionadas con el alojamiento o la vivienda; recursos de inserción; ayudas económicas; o la derivación a otros servicios públicos.
Distintas prestaciones
La crisis también ha hecho que en estos años el tipo de prestaciones sociales que requieren las familias haya variado. Han ido en aumento las necesidades de solventar problemas económicos de forma inmediata para hacer frente a necesidades básicas. Durante los últimos cuatro años las prestaciones relacionadas con la petición de información han ido reduciéndose y también las derivaciones a otros servicios. En el primero de los casos han disminuido un 24% y en el segundo un 37%.
Por contra, las prestaciones de apoyo a la unidad de connivencia con servicios como la ayuda a domicilio han ido creciendo. En total, un 10% con respecto a 2011, con una media de 4.121 por año, es, sin duda, la más utilizada por quienes acuden a los Servicios Sociales municipales. Aunque, también es muy significativo las 900 ayudas más que el Ayuntamiento, a través de los Servicios Sociales, concedió en 2014 con respecto a 2011.
En el año 2007, al comienzo de la crisis, el Ayuntamiento destinó 75.000 euros a ayudas económicas de emergencia, con ellas se apoya a las familias y se trata de prevenir posibles situaciones de exclusión inmediatas. Una cifra que en el año 2013 se multiplicó casi por diez, ya que el gasto total que afrontó el Ayuntamiento para dar respuesta a las necesidades inmediatas de las familias fue de 716.161 euros. Es la cifra más alta de la crisis y ya el año pasado se vio reducida y se quedó en 479.177 euros.
Estas prestaciones sociales económicas llegan a las familias que lo demandan para hacer frente a necesidades básicas de vivienda o de alimentación o de ropa. Como se demuestra con las cifras, las familias que lo han necesitado han ido en aumento en estos años de crisis. Según refleja la memoria, «llegan a los Servicios Sociales tras agotar las prestaciones de desempleo, los subsidios, así como los ahorros propios y los apoyos familiares, y ante esta situación hemos tratado de actuar de soporte económico para evitar que estas familias pasasen a engrosar la ya amplia lista de personas en exclusión social por esta circunstancia».
De los 1,7 millones de euros que en los últimos cuatro años se dedicaron a ayudas de emergencia, el grueso más importante se lo llevó la cobertura de las necesidades básicas de vivienda. Se concedieron 5.365 ayudas, que beneficiaron a 1.412 familias. Estas ayudas económicas fueron destinadas al pago del alquiler o la hipoteca para evitar ser desahuciados, el agua, la electricidad, el gas, mobiliario o electrodomésticos básicos.
La otra parte importante del total de los 1,7 millones se lo lleva la cobertura de necesidades básicas de alimentación. Concretamente se dedicaron a este fin 431.876 euros, que se tradujeron en 2.091 ayudas que beneficiaron a un total de 498 familias.
La parte más pequeña de las ayudas de emergencia de los Servicios Sociales se la lleva el capítulo que denominan 'otros apoyos a la intervención'. Con 42.274 euros 72 familias pudieron poder realizar tramitaciones básicas de documentación, cubrir desplazamientos, hacer frente a gastos de guardería o de alojamiento en residencias.
1.630 salarios sociales
Las ayudas de emergencia del Ayuntamiento son en muchas ocasiones consecuencia de los tiempos de tramitación del salario social que concede el Principado. En el último año se han reducido esos tiempos, pero ello no evita que en muchas ocasiones las familias se queden sin recurso alguno para poder hacer frente a necesidades básicas.
El número de perceptores de salario social en Avilés, y en Asturias en general, ha crecido notablemente en estos años de crisis. Se ha convertido, sin duda, en el elemento que más ha contribuido a evitar la exclusión social de muchas familias que han perdido el trabajo y no encuentran otro.
En el año 2011, en Avilés había 1.105 perceptores de salario social, al terminar 2014, el número había crecido notablemente y ya se sitúa en los 1.630 beneficiarios. Es decir, hay un 45% más de personas que cobran esta prestación. El aumento entre 203 y 2014 en casi 400 personas es una demostración del 'desatasco' de solicitudes que ha llevado a cabo el Principado, la Consejería de Bienestar Social, en el último año.
Si la comparación se hace en cuanto al número real de personas que se benefician, cada perceptor tiene generalmente tras de sí una familia, el aumento en los últimos cuatro años es todavía cinco puntos superior. Es decir, hay un 50% más de personas beneficiarias.
Se ha pasado de 3.158 en el año 2011 a 4.734 personas beneficiarias en 2014. Con lo que el índice de cobertura de esta prestación en Avilés se ha situado en el 5,75%.
El número de mujeres que reciben esta prestación casi duplica al de hombres, hay 1.052 avilesinas frente a 578 avilesinos que se benefician del salario social. En cuanto a las edades, la mayor parte de los perceptores tienen entre 25 y 44 años (730) y entre 45 y 64 (717). Sólo hay 39 personas con menos de 24 años que lo reciben y 114 mayores de 65.
El perfil de quienes recurren al salario social como forma de subsistencia ha cambiado, como lo ha hecho el de quienes acuden a los Servicios Sociales. Actualmente, 424 de los perceptores son desempleados que se han quedado sin ingresos y ya no reciben ningún subsidio. En los últimos cuatro años el peso de este colectivo en el reparto del salario social en Avilés ha ido en aumento y si antes era el 15% del total, ahora ya es el 26% de las personas beneficiarias.
Destaca también entre los que cobran esta prestación las familias monoparentales (225) y las minorías étnicas (300); además hay 188 inmigrantes que lo perciben y 120 personas con discapacidad. El resto del perfil se completa con personas mayores (99) o víctimas de violencia de género (10), entre otros.
Incorporación social
La percepción del salario social conlleva la participación de las personas y familias beneficiarias en programas personalizados de incorporación social que favorezcan su inclusión e inserción social, sobre todo en materia de salud, vivienda, educación, formación y empleo.
Para ello, el área de Bienestar Social del Ayuntamiento desarrolla distintos proyectos que complementan la intervención individual que realizan las trabajadoras sociales, educadoras y técnicas de acompañamiento laboral de los distintos equipos de los cuatro centros de Servicios Sociales que tiene el Ayuntamiento en la ciudad.
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