El Niemeyer inicia los trámites para rescindir el contrato de la hostelería

La Fundación del Centro Niemeyer ha requerido a los gestores de la hostelería que presenten diversa documentación sobre el pago del canon acordado y otras facturas y advierten que en caso de no hacerlo se rescindirá el contrato a través de la vía judicial. El patronato había decidido en su última reunión iniciar estos trámites y la presidenta de la Fundación había cifrado la deuda de la hostelería con el centro en torno a los 30.000 euros.

El abogado de los actuales gestores de este servicio, Gabriel Giraudo, negó ayer la acusación e hizo un llamamiento a los nuevos gobiernos que se formen después de las elecciones del pasado domingo para que «intenten que la situación se reconduzca y vuelva al lugar de donde no debería haber salido».

«Se nos pide documentación que ya hemos aportado, pero lo volveremos a hacer», señaló el letrado. Como ya habían hecho con anterioridad los gestores cuando tuvieron conocimiento de la intención de la Fundación de rescindir el contrato, Giraudo apuntó que el Niemeyer no ha reconocido una serie de facturas de obras realizadas en la cafetería y la torre del centro, presentadas por la empresa que gestiona la hostelería.

«Los gestores han adelantado dinero para reparar las deficiencias que se encontraron en la cafetería y en la torre para poder llevar a cabo la normal actividad», indicó. Entre ellas, citó la construcción de servicios en la cafetería, «ya que los compartían con el centro y éste cerraba primero que la cafetería y la dejaba sin esta prestación».

Puso también de manifiesto las «constantes averías que se producen en el ascensor de la torre y los permanentes atascos en los desagües». Ayer mismo se trataba de reparar el ascensor que llevaba fuera de servicio desde el sábado, «con el consiguiente perjuicio al negocio de mis clientes», apuntó el abogado, que ahora sopesa denunciar a la propia Fundación por incumplimiento del contrato y «daños y perjuicios por las facturas no abonadas, las deficiencias encontradas y el hecho de que ni siquiera los metros de explotación que se recogían en los pliegos son reales, con lo que los análisis de negocio que hicieron mis clientes se caen».

El abogado de los gestores culpó especialmente de la situación de enfrentamiento con la Fundación al director de la institución, Carlos Cuadros. «Sólo pone piedras en el camino, incluso invita fuera del centro a quienes actúan en él, en lugar de impulsar la hostelería del Niemeyer», indicó.

Y finalmente hizo un llamamiento, «si no se nos quiere, sentémonos y resolvemos el contrato, pero no por incumplimientos que no son nuestros sino de la Fundación del Niemeyer». En todo caso insistió en que «mis clientes siguen manteniendo su apuesta por la hostelería del Niemeyer como lo hicieron hace un año cuando se les adjudicó, pero no se les puede seguir poniendo palos en las ruedas».