Los actuales gestores de Los Telares se exponen a responder con su patrimonio

Los actuales gestores de Los Telares, que acaban de solicitar la liquidación de la empresa, se enfrentan a la posibilidad de que el nuevo concurso de liquidación sea declarado culpable, lo que conllevaría que esos gestores tendrían que responder con su patrimonio personal. En este caso, la ausencia de un plan de viabilidad, la falta de inversiones para la compra de ropa y el impago a sus trabajadores y proveedores juegan en su contra, puesto que esta situación se ha mantenido, e incluso agravado, desde que ellos se hicieron cargo de la empresa, en diciembre de 2014. Además, la transferencia de 400.000 euros que llevó a cabo la sociedad Appaloosa Investiments S. L. desde la caja de Los Telares a su propia cuenta podría encajar en la figura delictiva del alzamiento de bienes.

Son las primeras aproximaciones que se pueden realizar al nuevo proceso que se va a abrir a partir de ahora después de que el grupo inversor suizo Gryphus Partners haya presentado ante el Juzgado de lo Mercantil nº 3 de Asturias (en Gijón) la solicitud de que se abra de nuevo el concurso, en este caso de liquidación. La razón, según su versión, serían los problemas surgidos con los embargos de cuentas y tras las agresiones sufridas por algunos directivos a su salida de las oficinas de Las Arobias.

El juez Francisco Pañeda, titular del Juzgado Mercantil ya mencionado, deberá decidir de inmediato la apertura de la liquidación, el nombramiento del liquidador y el cese de los actuales administradores de la sociedad. Se estima que esa va a ser una decisión muy rápida. La Ley Concursal recoge que se llamará al mismo administrador que dirigió el anterior concurso de acreedores, como norma general, aunque se admite mejor criterio del juez. Si se decide por el mismo, el administrador concursal volverá a ser Leopoldo Pons, que fue el que se encargó del concurso de acreedores que fue cerrado con un convenio, firmado en su día por el anterior propietario Julián Rus

El administrador pasará a ser el único gestor de la compañía y será el encargado de preparar el plan de liquidación, que pasará por si se mantiene la unidad productiva abierta o no, o si se puede vender entera o una parte del negocio. Con ello se genera un proceso de ofertas y si al final apareciera más de un inversor interesado, la adjudicación saldría a subasta pública, siguiendo un protocolo que hay que respetar. Y a la vez, el administrador tendrá que tomar una serie de decisiones claves como es el de los sueldos de los trabajadores, Seguridad Social, Hacienda, propietarios de locales, proveedores... Un proceso que debe ser muy rápido para tratar de evitar un deterioro irreversible.

La lógica en estos casos indica que el liquidador trataría de encontrar dentro de la empresa a una persona de garantía, que conociera a fondo la situación, que conociera sobre todo el negocio de una cadena textil y que pudiera hacer las veces de gestor para llevar el día a día de la compañía. Pero antes habrá que tomar otra serie de decisiones importantes, en las que sobresale la de mantener la actividad o no. A modo de ejemplo, se puede citar lo que sucedió el pasado mes de abril en este país con el Banco de Madrid, cuando los liquidadores entendieron que no se podía mantener la actividad, porque perjudicaría aún más a la entidad, y al día siguiente decidieron el despido de todos los trabajadores.

Teniendo en cuenta que el plan de viabilidad tardaría entre dos y tres meses en realizarse, la clave está en saber si habrá posibilidades de mantener durante ese tiempo la actividad, el pago a los trabajadores, los alquileres o la Seguridad Social. Ese va a ser el grave problema del liquidador. En este caso, al revés de lo que sucede con el concurso de acreedores, no hay preferencias a la hora del pago más que el cronológico.

Se entrará así en una etapa crucial para Los Telares, en la que un administrador nuevo será el que va a tomar todas las decisiones, sometido todo su trabajo al control judicial.

Posible delito

El nuevo administrador concursal en sus nuevas funciones de liquidador deberá analizar también en este caso de Los Telares, entre otras cuestiones, el movimiento de dinero que hubo de la caja de la empresa a la cuenta de una de las sociedades de gestión, en concreto Appaloosa Investiments S. L., tal y como publicó en exclusiva LA VOZ DE AVILÉS el pasado 9 de mayo.

Appaloossa Investiments S. L., sociedad instrumental que se responsabiliza de la compra de la ropa de Los Telares desde su adquisición por el fondo de inversión suizo, ingresó en su cuenta el pasado 27 de abril la cantidad de 100.000 euros, mientras que días después la cifra se elevó a 300.000 euros más, cantidades retiradas de la sociedad 'Julián Rus Cañibano S. L.'

A los pocos días, el nuevo responsable de Comunicación señaló a este periódico que esas cantidades cobradas por Appaloosa correspondían a ropa que esa sociedad había comprado para la empresa avilesina, considerando que era una operación normal.

Poco después, un bufete de abogados de Madrid, en representación de varios acreedores que firmaron en su día el convenio de Los Telares, señaló a este periódico que se estaba analizando la posibilidad de presentar una demanda por alzamiento de bienes.

En efecto, esa quita por parte de Appaloosa podría haber incurrido en esa figura delictiva, ya que en estos casos hay que ajustarse fielmente a lo estipulado, de forma que los primeros en cobrar en este caso tendrían que haber sido los trabajadores y los proveedores. Si al final el liquidador observa un ilícito en esta operación, los actuales gestores tendrían que responder con su patrimonio personal. Y si hubiera una demanda, se resolvería al margen del proceso de liquidación.