Borrar
Recogida de los niños y niñas saharauis ayer en el Centro Sociocultural Los Canapés.
«Es lo mejor que hice en mi vida»

«Es lo mejor que hice en mi vida»

17 familias avilesinas y 52 de la comarca acogen a niños saharuis en verano

SERGIO GARCÍA

Martes, 7 de julio 2015, 00:15

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Estoy contentísimo, significa mucho para nosotros, nos da muchísimo cariño, es increíble». Así resumía José Álvarez ayer su estado. Este castrillonense de 64 años expresa con estas palabras el sentimiento general de los presentes en el centro sociocultural de Los Canapés. El niño saharaui al que acoge, Nayem Handi, de 12 años, viene por última vez. «Ha tenido que venir por una revisión de una operación, tenía un problema en el labio y en los últimos años conseguí que lo operaran y ahora tiene que volver para ver que está bien», explica Álvarez.

Los 257 niños saharauis que ya están en Asturias se reunieron ayer con sus familias de acogida. Para la mayoría de los presentes no era la primera vez y esperaban con ansia poder volver a abrazar a los niños. «Ahí está, ahí está», le decía Rita de la Viuda, de Llaranes, a un familiar, mientras corría a darle un beso y fundirse en un abrazo con Day Arabih. Day tiene doce años y también será la última vez que pueda venir. «Lleva viniendo cinco años con nosotros, pero este año será el más especial. Siempre hay lagrimas, pero cuando acaben estos dos meses...». Day asegura que «lo que más me gusta es ir a la playa, la piscina, el cine y comer hamburguesas y pizzas». «Hoy va a comer lo que el quiera, además, por la tarde vienen los amigos que hizo aquí, a merendar y algún regalo tendrá», añadía de la Viuda.

El programa 'Vacaciones en Paz' está impulsado por la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, en colaboración con diversas entidades públicas y el Ayuntamiento de Avilés. Este programa se desarrolla en Asturias desde hace 21 años.

Hugo García es el coordinador del programa en la zona de Avilés y Comarca, desde hace ocho años. «Yo primero participaba como familia de acogida, y ahora me encargo también de coordinar. Mi mujer y yo empezamos con un chico, pero este año viene también su hermana», explica. Este verano, en el programa participan 17 familias de Avilés, pero son 52 familias en toda la comarca las que han acogido a un niño o niña. García explica que, cuando vienen, «los pequeños están muy nerviosos por llegar a España, pero cuando llevan aquí dos meses, se quieren ir, echan de menos a su familia». Los 257 niños provienen de cinco campamentos de refugiados, por lo que muchos son familiares o amigos.

La mayoría de ellos llegan cansados después de muchas horas de viaje. Algunos, como Amhaimad Ayauri, de once años, no pueden contener las lágrimas de la emoción al ver a las familias con las que ya han pasado varios veranos. Verónica González, de Pravia, acoge a este niño, al que encuentra «muy alto, y muy delgado, pero por lo menos no viene teñido de rubio como el año pasado», bromea. González tiene planeadas unas vacaciones en Denia para que disfrute el pequeño. A Amhaimad le encanta ir a la huerta de la familia, montar en bicicleta y nadar en la playa. «Es un niño muy bueno, ayuda mucho en casa y come muy bien, el año pasado engordó siete kilos», recuerda la familia.

Entre las familias destacaban las figuras de dos jóvenes avilesinas, Ángela Calvo, de 22 años, y su amiga Sabina Jove, de 18. Calvo explica «es el segundo año que participo en el programa, me convenció una amiga, y ahora yo he convencido a Sabina». Jove, primeriza, aseguraba ayer que «estoy muy nerviosa, un poco asustada por como va a reaccionar el niño». A ambas les ayudan sus padres a cuidar a los niños acogidos.

Jove ya tenía plan para ayer: «lo primero es llevarlo a comprar ropa por la tarde, y luego ya veremos». Calvo está entusiasmada: «la niña, Azza, es igual que yo. La verdad que es una muy divertida, le encanta el deporte, sobre todo el fútbol y la bicicleta. Me siento mamá completamente». Ángela Calvo, al igual que otras de las familias, también ha visitado los campamentos del pueblo saharaui. Todos destacan el buen trato que reciben por parte de las familias saharauis. «Es lo mejor que he hecho en mi vida», concluye Calvo.

En el acto de entrega de niños ayer hubo un episodio desagradable. Concepción Rocha, que acoge a uno de los menores saharauis, denunció que «fui empujada y maltratada por uno de los miembros de la organización a instancias del conductor de la ambulancia de Cruz Roja cuando pedí que me dejaran pasar para hacer una consulta».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios