Borrar
Imagen de los talleres de Fahime en el Polígono de Tabaza.
Las deudas condenan a Fahime al cierre y a la pérdida de 92 empleos

Las deudas condenan a Fahime al cierre y a la pérdida de 92 empleos

El grupo industrial asentado en Tabaza presenta un expediente de extinción de contratos tras fracasar su intento de reflotación

José María Urbano

Miércoles, 21 de octubre 2015, 00:11

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La fuerte deuda que se arrastra desde hace años y las carencias en la gestión de la empresa se han unido para poner punto final a una empresa industrial que en su día fue un referente por su innovación tecnológica y su capacidad de trabajo. Fahime, Fabricados Hidráulicos y Mecánicos S. L., está a punto de echar el cierre casi veinte años después de su fundación. El grupo Fahime, del que Andrés Fernández es su único accionista, ha presentado un expediente de extinción de contratos para toda su plantilla, 92 trabajadores en la actualidad, tras no poder superar las deudas que se han venido arrastrando en los últimos años.

Integrado por una serie de sociedades -Mecafran, Caldefran, Serton Servicios e Industrial Marande-, el grupo Fahime está asentado en el polígono industrial de Tabaza y en su día fue una de las empresas industriales de mediano tamaño que fueron un referente por su capacidad para innovar y ganarse la confianza de una serie de clientes internacionales.

Personas conocedoras de los entresijos de la empresa señalan a este periódico que Fahime vivió momentos de esplendor, con una amplia cartera de pedidos, pero todo su desarrollo se hizo a base de financiarse de forma constante y notable en los bancos. Fuentes sindicales hablan también de una mala gestión continuada, por lo que en 2008, con la llegada de la crisis y el cierre de los bancos a facilitar crédito a las empresas, Fahime estuvo ya a punto de cerrar. Se recurrió al Principado -de hecho uno de los créditos es de la SRP (Sociedad Regional del Principado)- y desde la consejería de Industria se intentó ayudar en lo que se pudo. Al final, el fuerte endeudamiento de la empresa hizo que su viabilidad se viera cada vez más comprometida.

De hecho, la plantilla se encuentra inmersa en este momento en un expediente de regulación temporal de empleo que debería culminar el 30 de diciembre. La actividad en sus instalaciones es nula por lo tanto, manteniéndose en las naves los integrantes de un pequeño grupo de trabajadores que por su edad, próxima a la jubilación, tratan de mantenerse en activo para no verse perjudicados. Fahime cuenta con una docena de trabajadores ya prejubilados, otros 18 en edad de jubilarse en el espacio de dos años, y el resto lo forma una plantilla que oscila entre los 30 y 45 años, coincidiendo todo el mundo en su alta cualificación, de ahí que se confía en que no tengan muchos problemas para poder emplearse en caso de que la compañía de Tabaza, como todo parece indicar, eche el cierre.

El comité de empresa, integrado por UGT con cuatro miembros (tenía cinco, pero uno de ellos abandonó la empresa y se ha optado por no relevarle) y CC OO y CSI, con un delegado cada uno, mantendrá el lunes una nueva reunión con la dirección y a continuación ha convocado una asamblea para tomar decisiones sobre el expediente de extinción de contratos presentado.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios