«Es inevitable que la playa de Salinas siga perdiendo arena»

Profesor de Ciencias Naturales en el Colegio San Fernando desde el año 1977 hasta su jubilación el pasado junio, Julio López Peláez defendía esta semana una tesis en la Universidad de Oviedo sobre los principales estuarios asturianos, dirigida por lor profesores Germán Flor Rodríguez y Germán Flor Blanco, que lograba la máxima calificación posible. Sobre su investigación conversa con LA VOZ.

¿Qué le lleva a un profesor a regresar al otro lado del aula?

La necesidad de formación. Los cursos de doctorando me permitían acceder a los avances científicos. Como anécdota, recuerdo que uno de los seminarios nos permitió profundizar en la teoría de la extinción de los dinosaurios por la caída de un meteorito y que sólo conocía de manera superficial.

¿Resulta compleja la convivencia entre el profesor y el alumno?

No. El viaje en Alsa entre Avilés y Oviedo me permite cambiar la mentalidad. Tuve la suerte de tener un director muy paciente, que me supo animar para escribir la tesis. Todo lo que hacía era pensando en beneficiar a mis alumnos.

¿Cómo llega al estudio de los estuarios asturianos?

Mi memoria para lograr la suficiencia investigadora se centró en la ría de Avilés. Para hacer la tesis, decidimos aprovechar ese trabajo y ampliarlo a los principales estuarios asturianos. Además de Avilés, analicé los de Navia, Nalón, Villaviciosa y Ribadesella.

¿En qué consiste ese estudio?

En cada estuario establecemos tres momentos históricos marcados por la influencia del hombre, lo que en el estudio definimos como «evolución antrópica».

¿Qué momentos son?

El primer es el origen. Luego existe un hito con los encauzamientos de los ríos y que se produce en diferentes momentos históricos. En Avilés, el más importante es en 1945 con el gran desarrollo industrial. Y el tercer momento es la situación actual, donde vemos la evolución de las superficies ocupadas.

¿Cómo es la evolución?

Muy diferente entre ellos. Avilés es donde se ha producido una mayor influencia del hombre y, en Navia, mínima. Existe un punto común: la construcción de escolleras, o escollerización, marca los cambios morfológicos más importantes en la ría y su estuario. En Ribadesella también existe una gran urbanización, pero para usos diferentes que en Avilés.

¿Y a qué conclusiones llega?

En función del tipo de actuación, el estuario responde de una manera determinada. Esto nos permite fijar una modelo de evolución.

¿Cual será el de Avilés?

Es el estuario donde la acción del hombre ha sido mayor y prácticamente no queda nada por tocar. Cuando termine la ampliación del puerto, ya estará todo prácticamente intervenido. Habría que intentar preservar los dos únicos monumentos naturales: Zelúan y Llodero. En el resto del estuario ya no existe margen para actuar. No como sucede en Villaviciosa o, en menor medida, en Ribadesella.

¿Qué sucede en esos estuarios?

La zona de marismas se ha dedicado, básicamente, a actividades agrícolas. Lo que, sobre todo en Villaviciosa, denominan «porreos». Una vez que cesa la explotación agraria, se retiran los muros que habían permitido la desecación y regresa a la dinámica del estuario.

Hablaba antes de los monumentos naturales de Avilés.

Habría que tomarlos en serio. Zeluán es una pena. Las plantas invasoras se apoderan de él. En la ensenada de Llodero no habría que tocar nada. La intervención existente es suficiente. Es un buen lugar para un aula de interpretación o un centro de recepción para explicar sus características y su importancia a los escolares y a la población en general. Es muy importante la educación para preservar el medio ambiente.

¿Lo dice por deformación profesional?

No. Pero no tiene sentido que se invierta una gran cantidad de dinero en recuperar los sistemas dunares, como sucedió en San Juan o Xagó, y luego no conservarlos. Si se ponen pasarelas por las dunas es para caminar por ellas y no dañarlas, pero luego te encuentras a gente paseando fuera de ellas, incluso entrenando. Yo he visto a personas arrancando cardos de las dunas porque les molestaban para poner su toalla. Eso sólo lo solucionas con vigilancia o educación.

¿Y que sucederá con Salinas?

Salinas es una de las partes más importantes del estuario de Avilés y es su unidad más grande. El problema de la pérdida de masa de arena se mantendrá en el futuro.

¿Cuáles son las causas?

Por las características de la ría, parte de los sedimentos se depositan en su playa, especialmente en la zona de San Juan. Con los dragados de la ría, esa arena sale del sistema, se pierde. Es la principal, pero también influyen otros factores.

¿Pero no recibía arena desde el exterior, del río Nalón?

Sí, el estuario del río Nalón es uno de los más grandes de Asturias. Aporta parte de la arena en las playas que se encuentran en el tramo que va desde su desembocadura hasta Cabo Negro. También a Salinas. Pero como parte del estuario también cuenta con arena del sistema. Esa es la que pierde.

Habló de otros factores que perjudican a Salinas, ¿cuáles son?

La refracción que producen los muros construidos también daña al sistema. Son verticales y cuando chocan las corrientes se crea una nueva corriente que expulsa el sedimento del sistema por la refracción. Lo ideal es que, en lugar de verticales, fuesen oblicuos para no generar esa refracción. En menor medida influye la subida del nivel del mar y tenemos la arena que, en el pasado, se sacó del sistema y que ya es irrecuperable.

¿Existen soluciones ?

Una posible intervención sería seleccionar los sedimentos antes del dragado y depositarlos en el propio estuario. Es lo que se viene haciendo en los puertos de competencia autonómica. Aquí no se hace con el argumento de que se encuentran contaminados como si por depositarlos en Xagó se descontaminasen. Si se dejasen en el bahía de Salinas, a la altura de La Peñona, al menos seguirían dentro del sistema y la pérdida sería menor.

¿Tan importantes son los dragados?

Sí. Su influencia en los sistemas dunares de los estuarios es evidente para que avancen o retrocedan. En Bayas, según bajas hacia la playa, a mano derecha, aparece una duna que avanza o retrocede en función de los dragados. Se pueden ver los estratos perfectamente, incluso se pueden ver los residuos plásticos.

Comentaba que Navia es el estuario donde se ha producido menos intervención humana.

Pero existe. Como en todos los estuarios, su evolución se relaciona con el encauzamiento de la ría y los diques de los años 50. Han provocado el crecimiento de la playa y que aparezca un nuevo campo de dunas. Como se debe a la intervención humana, hablamos de construcción de un campo de dunas.