Intervención «más que dudosa» de la Fundación Niemeyer y la doctrina Gürtel

«No es admisible que la Fundación Niemeyer ejercite la acusación particular, por lo que se deberá revocar dicha condición». Así de tajante se muestra la defensa de Grueso y Vigil tras señalar que «a lo largo del procedimiento hemos asistido a una intervención muy peculiar y más que dudosa por parte de la Fundación Niemeyer, pues de admitir la versión contenida en el Auto impugnado, debe ser responsable penal y civilmente de los hechos, y, sin embargo se le ha permitido intervenir como acusación particular, actuación que ejerce de forma claramente selectiva y sesgada con la única finalidad de evitar las responsabilidades que pueden afectar tanto a la Fundación como al Principado de Asturias».

Para ello, se recurre a un Auto del Juzgado Central de Instrucción Nº5 de la Audiencia Nacional dictado en las Diligencias Previas del 'caso Gürtel', donde se acuerda revocar la condición de acusador particular del Partido Popular al ser considerado «directamente investigado y eventualmente responsable civil subsidiario de parte de los hechos objeto de investigación, si se llegara a confirmar tanto la realidad de los mismos como su calificación».

Finalmente, el recurso presentado en la mañana de ayer por el abogado defensor de Grueso y Vigil pide el archivo y sobreseimiento del procedimiento (se refiere al último Auto del juez Badás). Que se acuerde la práctica de las pruebas y se cite a declarar, como testigos o imputados, a los presidentes, vicepresidentes y demás miembros del Patronato de la Fundación Niemeyer entre los años 2007 y 2012, así como a los responsables de Viajes El Corte Inglés.

Se pide también que el Juzgado se pronuncie sobre la responsabilidad penal de las personas jurídicas implicadas en este procedimiento (Fundación y Viajes El Corte Inglés), y al mismo tiempo proceda a emplazar como responsables civiles a la Fundación Niemeyer, al Principado de Asturias y a Viajes El Corte Inglés. Y finalmente, que se acuerde la revocación de la condición de acusador particular de la Fundación Niemeyer.