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Descarga de bocarte en el puerto pesquero avilesino.
El plan de gestión del caladero supone un nuevo ajuste al sector

El plan de gestión del caladero supone un nuevo ajuste al sector

Las artes artesanales pierden cuota, mientras que el arrastre y el cerco esperan que se fije el total de capturas en las negociaciones de la Comisión Europea

FERNANDO DEL BUSTO

Martes, 1 de diciembre 2015, 00:26

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El próximo año se presenta con tintes sombríos para la flota pesquera avilesina, según los primeros datos que se conocen del plan de gestión para los buques de los censos del caladero nacional del Cantábrico y Noroeste. Aunque aún falta por conocer dos aspectos importantes para el sector como es el volumen de cuota para el próximo año y los criterios que se aplicarán en los descartes, las primeras normas apuntan a que supondrá otra vuelta de tuerca a la flota.

De entrada, todas las artes, salvo cerco y arrastre, perderán capacidad de pesca frente al presente ejercicio en sus pesquerías más importantes como la xarda/caballa, que pasará de un 15,24% de cuota en este año al 14,37% para el próximo ejercicio, según el documento publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado.

Un porcentaje fijado a la espera de cerrar las negociaciones sobre los límites de capturas y que, según ya ha avanzado el Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación, supondrán una reducción en el volumen total. Es decir, menos capacidad de pesca.

Además, el plan de gestión del caladero incrementa la capacidad de intervención de las administraciones al abrir la vía para el trasvase de cuota entre especies y modalidades, con la excepción del arrastre.

El artículo 2 del nuevo documento señala que si con la fecha de 1 de octubre «existiera un sobrante de cuota para una especie y modalidad que representara una cantidad superior al consumo de ese censo se podrá repartir dicho sobrante» entre otras modalidades, según las posibilidades fijadas al inicio de año.

La norma no deja lugar a las interpretaciones, ya que aclara que se entiende «cantidad superior al consumo de un censo cualquier cantidad superior a los desembarques de los meses de octubre a diciembre en los últimos tres años». De esta manera, se reduce la capacidad de gestionar su actividad por parte del sector, ya que reduce el margen de reservar capturas para épocas con una mayor rentabilidad como por ejemplo la navideña.

Arrastre y cerco

La repercusión en el arrastre está por concretar, aunque se verá afectado negativamente. En principio, los cuatro arrastreros asturianos ( 'Luscinda', 'Travesía', 'Cabo San Lorenzo' y 'Travesau') mantienen el 9% de cuota distribuido de forma igual en las nueve especies reguladas (chicharro, merluza, bacaladilla, rape, gallo, jurel y cigala), por lo que el total de capturas que puedan realizar se determinará en las negociaciones en la Comisión Europea, actualmente en marcha, y donde todo apunta a un descenso de la cuota.

Los once barcos de cerco también se encuentran pendientes de este dato. De momento, el plan tan solo establece porcentajes individuales de cuota para caballa y jurel. Sin embargo, si se tiene en cuenta la cuota de este año, la operación matemática implica que muchos de los barcos perderán capacidad de pesca. Y todo esto sin tener en cuenta la incógnita sobre la gestión de los descartes en la flota que será obligatoria a partir del próximo año. Aún no existe un criterio unánime en la Comisión y las posiciones se dividen entre quienes consideran que el descarte no debe repercutir en la cuota y los defensores de la segunda postura.

Esto supondría que parte de los ingresos que recibe cada barco quedaría en la mar, con lo que el margen de beneficios se reduciría más. A ello se añade que, el sector aún no conoce cómo deberían apuntarse esos descartes en el Diario Electrónico.

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