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El abogado Ramón Triguero, ayer en la entrada de la Audiencia Provincial.
El acusado de violar a su mujer con un spray acepta seis años y medio de cárcel

El acusado de violar a su mujer con un spray acepta seis años y medio de cárcel

«Me pegó cada día durante 16 años», aseguró la víctima antes de que se celebrase el juicio en la Audiencia Provincial

Idoya Rey

Miércoles, 16 de diciembre 2015, 00:34

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El acusado de violar a su esposa metiéndole un bote de desodorante por el ano mientras dormía hasta causarle un desgarro reconoció ayer haber agredido sexualmente a la mujer, a la que también maltrataba. La defensa del agresor, P. A.M. de 57 años, aceptó finalmente seis años y medio de prisión (cuatro por el delito de abuso, dos por las agresiones y seis meses por las amenazas). El juicio se celebró ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial y en él se alcanzó un acuerdo entre las partes. El Ministerio Fiscal solicitaba inicialmente once años de prisión, pero la pena se redujo al apreciar un agravante de parentesco. Por su parte, la agredida dijo aceptar el acuerdo «por mis hijos», aunque suponga una rebaja en la condena.

«Las pruebas eran contundentes en su contra, pero con el acuerdo evitamos a la víctima la experiencia negativa de un juicio de estas características», aseguró Ramón Triguero, el abogado de la mujer agredida. Además de la cárcel, el agresor también aceptó una orden de alejamiento de diez años, que se comenzará a cumplir una vez que el hombre salga de prisión, y el pago de una indemnización de 33.500 euros.

En los momentos previos a la vista, celebrada a puerta cerrada, la víctima aguardaba nerviosa en los pasillos de la Audiencia Provincial el desenlace del juicio. Ante los periodistas, recordaba como el acusado la había pegado «prácticamente cada día durante 16 años», los que permanecieron juntos, aunque con una separación de por medio. La pareja se fue a vivir a Teruel y allí el acusado ingresó en prisión por un episodio de malos tratos. «Yo me quedé allí con mis tres hijos y sin trabajo», relataba la mujer. Los niños, que ahora tienen 18, 13 y 12 años, volvieron entonces a Asturias a vivir con la abuela materna y ella se quedó trabajando fuera de la región, hasta que tuvo conocimiento de que su expareja los estaba viendo. Fue entonces cuando «decidí volver, y a los pocos meses me hizo esto», contaba ayer.

Empapada en sangre

La agresión se produjo en febrero de 2013 en el domicilio de la pareja en Corvera. El hombre la violó introduciéndole un desodorante de spray por el ano, causándole daños internos por los que tuvo que ser ingresada e intervenida quirúrgicamente en el Hospital San Agustín con una perforación anal. Ese día, según relataba el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación, el acusado había salido de copas. Regresó al domicilio familiar sobre las 3.30 horas e instó a su pareja a mantener relaciones sexuales. Después de que ella se negase, él insistió en que se tomase unos tranquilizantes y, cuando estaba profundamente dormida, procedió a introducirle un bote de desodorante en spray por el ano.

Cuando la mujer se despertó, se encontraba empapada en sangre y sufría fuertes dolores abdominales por lo que acudió al hospital, donde permaneció ingresada 24 días, ya que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. Tardó en curarse casi un año y le quedaron como secuelas varias cicatrices abdominales.

En el tiempo en el que estuvo ingresada, el procesado acudió a visitarla, y mientras estaba en la habitación, la insultó llamándola «puta» y «zorra», y llegó a amenazarla con tirarla por las escaleras e incluso con matarla. No logró su propósito gracias a la presencia de un familiar de su compañera de habitación, que se interpuso entre ambos.

«Si no estamos allí, ahora está muerta», comentaba ayer en la Audiencia Provincial la compañera de habitación y ese familiar suyo que presenciaron la disputa en el hospital y que prefieren mantener su anonimato. No conocían a la mujer de nada, pero escucharon como cada día la llamaba por teléfono, iba al hospital e incluso les llegó a contar lo que le había hecho. El 13 de febrero de ese año intentó agredirla, dicen los testigos, en el propio hospital.

La víctima goza de orden de protección desde el 19 de febrero de 2013. Ayer no tuvo que cruzarse en los pasillos de la Audiencia con su agresor. El hombre permanece ingresado en prisión por una agresión a una pareja posterior y tiene otras causas pendientes por hechos similares.

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