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La renovación del firme de la Travesía de la Industria en la zona de Las Arobias fue la última obra de relevancia que licitó el Ayuntamiento de Avilés. Fue en junio del año pasado.
Un año en blanco para la ciudad

Un año en blanco para la ciudad

La fragmentación de la Corporación ha complicado la gestión de proyectos en estos casi doce meses de mandato

YOLANDA DE LUIS

Domingo, 1 de mayo 2016, 00:49

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El 12 de junio del año pasado el Ayuntamiento de Avilés iniciaba los tramites para contratar la renovación del pavimento de la Travesía de la Industria, una obra ya finalizada y con un presupuesto cercano a los 550.000 euros. Ha pasado casi un año y en ese tiempo el Ayuntamiento no ha licitado más proyectos de relevancia, sólo ha contratado obras por debajo de los cien mil euros como las reparaciones en los tejados de varios edificios públicos y el pequeño parque construido en el barrio de La Luz.

Han transcurrido prácticamente doce meses, un año en blanco para la ciudad de Avilés. Pero, además, el hecho de que el pasado 31 de marzo no se aprobase el presupuesto para este ejercicio hace pensar que todavía se pueden sumar otros muchos hasta que se vuelva a ver en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) la licitación de una obra por parte del Ayuntamiento.

En los primeros meses de 2015, Avilés destacaba en las estadísticas que elabora periódicamente la Confederación Asturiana de la Construcción por el significativo crecimiento con respecto al año anterior en la licitación de obra pública. En ello tuvo mucho que ver el hecho de que el Ayuntamiento iniciase el año con un presupuesto aprobado. El acuerdo del gobierno del PSOE con el Partido Popular en el mes de enero permitió que se comenzase a tramitar la contratación de los proyectos que se incluían en las cuentas municipales en los primeros seis meses de 2015. El montante de los proyectos sumaba 2,4 millones de euros.

De hecho, entre enero y mayo del año pasado, el Ayuntamiento puso en marcha la contratación de obras con un presupuesto superior al millón de euros. Sin embargo, entre los pasados meses de enero y febrero, la última estadística de la patronal de la construcción asturiana, no se ha licitado ni un euro de obra pública en Avilés.

El próximo día 24 de este mes de mayo se cumple un año de las elecciones municipales. Los votos que los avilesinos depositaron en las urnas dieron como resultado una Corporación muy fragmentada, con un gobierno formado por sólo ocho concejales de los 25 que componen el Pleno, lo que le obliga a la negociación de cada uno de los pasos a dar para que funcione una administración como la de Avilés, con un presupuesto que ronda los 70 millones de euros y con una población superior a los 80.000 habitantes.

Todos los grupos municipales declararon públicamente en su momento ser conscientes de esa necesidad de negociación, y hablar sí que han hablado, pero los acuerdos que han salido de esas conversaciones han sido pocos, muy pocos. Los dedos de una mano sobran para contarlos. Eso se traduce en la situación de atonía que viene viviendo la ciudad en cuanto a nuevos proyectos. Una falta de acuerdos que en muchos casos es más atribuible a decisiones que se adoptan fuera de las fronteras avilesinas que a la realidad política de Avilés.

Política nacional

El hecho de que las pasadas elecciones nacionales tuvieran lugar en el mes de diciembre del año pasado llevó al equipo de gobierno a adoptar la decisión de retrasar la presentación del presupuesto local para que la campaña electoral no interfiriera en la negociación. Ese retraso se alargó hasta finales de enero, y dados los resultados de los comicios nacionales,todos los partidos que forman la Corporación afrontaron las negociaciones con la vista puesta en la negociación en Madrid para formar Gobierno y la posible convocatoria de otras elecciones, ya convertida en realidad. El resultado fue el conocido, el 31 de marzo Avilés prorrogó definitivamente su presupuesto de 2015.

No obstante, la decisión del equipo de gobierno socialista de retrasar la presentación de las cuentas ya tenía consecuencias directas sobre los proyectos incluidos en ellas. Si hubieran logrado un acuerdo para sacarlas adelante en el mes de febrero, teniendo en cuenta los plazos administrativos que conlleva la aprobación definitiva, hasta mayo seguramente que ninguna de las obras que en ellas se incluían hubiera podido licitarse.

Contar con un presupuesto prorrogado tiene sus consecuencias directas sobre el desarrollo de nuevos proyectos. Durante el debate político el Partido Popular llegó a asegurar que prefería que se prorrogasen las cuentas. Pero ahora cuando ya han transcurrido cuatro meses de 2016, el equipo de gobierno tiene por delante un arduo trabajo para seleccionar los trabajos que pueden ejecutarse a cargo del remanente del año pasado y que, además, tengan un plazo de ejecución muy concreto para que las obras puedan finalizarse antes del 1 de enero de 2017. Y de nuevo el gobierno local tendrá que iniciar negociaciones con la oposición para que el plan de inversiones sea aprobado en el Pleno.

En este casi primer año de legislatura no sólo no se han licitado obras, sino que también se han ralentizado planes de desarrollo de la ciudad, como el Parque Tecnológico o, más recientemente, el plan del casco histórico. Los votos de la oposición sirvieron para que se quedara sobre la mesa, argumentando la falta de tiempo para analizarlo después de haber contado con casi un mes desde que se les presentó por parte del gobierno. Incluso se retrasa el pago a quienes han prestado un servicio al Ayuntamiento, como sucedió entre los meses de diciembre y febrero.

Esta situación política que se vive en el Ayuntamiento avilesino convierte en imprevisible el resultado que pueda salir de las conversaciones que mantenga en las próximas semanas el equipo de gobierno con los grupos de la oposición para sacar adelante un plan de inversiones en la ciudad en este ejercicio.

También el Principado

Si el Ayuntamiento de Avilés no ha licitado obras de relevancia en el municipio en un año, otro tanto sucede con el Principado. La administración regional adjudicó el pasado mes de agosto la construcción de la nueva sede de la Escuela de Arte. Un proyecto esperado desde hace años, ya que fue anunciado e incluso sacado a concurso durante el mandato en el que José Luis Iglesias Riopedre era consejero de Educación, aunque luego se paralizó el proceso con la llegada de la crisis y no se reactivó hasta 2014.

Es la única inversión que el Principado puso en marcha en Avilés en el anterior mandato, aunque su ejecución será durante esta legislatura. Otras que llevan años en el debate político siguen esperando soluciones, como la nueva carretera que debería unir la rotonda de Buenavista con La Carriona o la Ronda Norte. Si bien en el último mandato la Consejería de Fomento parecía que iba en el buen camino para desatascar este último proyecto, tras las elecciones del pasado mayo llegó el jarro de agua fría para la ciudad al anunciarse nuevamente que se aparcaba la propuesta tras presentar Castrillón un recurso contra la decisión del Principado de licitar la redacción del proyecto de la carretera.

Y si se gira la vista hacia Madrid el panorama es todavía peor. El Puerto, que depende del Ministerio de Fomento, es el único que realiza inversiones, si bien es con cargo a sus presupuestos y autofinanciados por su actividad y los créditos que afronta con sus propios ingresos. La conclusión de las obras del saneamiento han dejado a Avilés sin espacio en los presupuestos del Estado en los últimos años. La eliminación de la barrera ferroviaria podría ser la gran inversión, pero el plan que había comenzado a caminar administrativamente en 2011 quedó paralizado con la llegada de Rajoy al Gobierno en 2012.

La actividad de las administraciones en cuanto a la contratación de obras o servicios es un elemento dinamizador de la economía y generador de empleo. Por ejemplo, por cada euro destinado a infraestructuras viarias se genera 1,79 euros en la cadena productiva de la economía y por cada 60.000 euros se crea un empleo.

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