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J. F. GALÁN
Jueves, 5 de mayo 2016, 04:48
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La Consejería de Educación y Cultura anuncia que destinará 180.000 euros a realizar las obras que desde tiempo atrás precisa el Instituto de La Luz. Afectan fundamentalmente a la cubierta, con el fin de sellar filtraciones que generan humedades en distintas partes del edificio, especialmente en las aulas impares. La actuación, anunciada hace dos años y posteriormente en suspenso, se califica ahora de prioritaria y se acometerá en dos fases, este curso y el próximo.
El presupuesto regional de 2016 asigna para tal fin 77.000 euros. Inicialmente el coste se estimaba en 150.000 euros, cantidad que, según se anunció ayer, asciende ahora a 180.000. La Consejería precisa que el proyecto ya ha sido elaborado y que está únicamente pendiente de supervisión por parte de la dirección general de Vivienda. Una vez superado este trámite, «se procederá a la contratación y ejecución de los trabajos».
La noticia ha sido acogida con satisfacción en el centro, en el que estudian 400 alumnos. «Es una obra muy necesaria», manifestó el director, Ricardo García, que atribuye la decisión del Principado «a los esfuerzos realizadas por la Asociación de Madres y Padres y a la colaboración del Ayuntamiento de Avilés», que recientemente aprobó una moción en la que se instaba al Principado a acometer las obras.
La situación de la cubierta había llevado a la dirección del instituto a plantearse la posibilidad de realizarlas con fondos propios, procedentes de la partida que destina la Consejería a cada centro para gastos de energía o combustible, entre otros. En el caso del Instituto de La Luz asciende a 88.000 euros, 7.000 menos que el curso pasado, recorte que unido a otras necesidades convertía el propósito en inviable. «Es un edificio viejo y constantemente hay que realizar pequeñas reparaciones con cargo a ese dinero», explica el director.
Queda por conocer la fecha de inicio de las obras. Aún sigue fresco en la memoria lo sucedido al principio del presente curso en el colegio Maestro José Luis García, Campiello, de Piedras Blancas, donde el retraso en el inicio de unas obras similares obligó primero a suspender el servicio de comedor y posteriormente a suspender las clases unos días y a trasladar la actividad docente a otros escenarios.
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