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La grúa fue necesaria para colocar las puertas sobre en la pérgola que une la cúpula y el auditorio.
Puertas abiertas al Niemeyer

Puertas abiertas al Niemeyer

El centro cultural acoge 'Tránsitos', una exposición creada al aire libre por el colectivo avilesino DV

SERGIO GARCÍA

Viernes, 10 de junio 2016, 05:01

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El Centro Niemeyer cuenta con nueve puertas nuevas desde ayer. Las estructuras que se encuentran en diferentes puntos del centro cultural pertenecen a la obra 'Tránsitos' creada por el Colectivo DV, formado por Diana Coanda y Víctor Velasco.

La exposición fue inaugurada en la tarde de ayer, aunque desde primera hora de la mañana ya atrajo las miradas de los curiosos que paseaban por los márgenes de la ría y veían un camión con grúa en medio de la plaza del Niemeyer.

Las puertas metálicas y de grandes dimensiones juegan con la arquitectura del centro. Además, su color blanco permite que se adapten al tono general del espacio que las rodea. Pese a que nueve puertas puedan parecer pocas, la instalación fue un trabajo laborioso y se prolongó a lo largo de la mañana, concretamente desde las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde.

Para poder llevarla a cabo, además de los dos artistas, fueron necesarios un equipo de ayudantes del Niemeyer, una grúa y la persona que realizó las puertas en metal, para ayudar a encajarlas y solucionar cualquier inconveniente que pudiera surgir en el montaje.

La mayor parte de la obra se encuentra situada en la pérgola que une la cúpula con el auditorio. Es la primera vez que se utiliza este espacio para albergar alguna exposición. En concreto, en la misma se sitúan siete de las puertas, los marcos de las mismas están orientados hacía algunos elementos representativos de la ciudad y su entorno, como puede ser la industria, la propia torre del Niemeyer, una grúa o incluso el cielo. Para que todo quedara colocado a la perfección, mientras Velasco ayudaba a colocar las puertas, Diana Coanda se desplazaba por la explanada para verificar que se daba la visión correcta.

Pese a que inicialmente están preparadas para ofrecer esos encuadres, los artistas señalaron que «nosotros queremos que la gente se evada y que también encuentre su propio punto de vista». Además, añaden que «la obra es efímera, busca crear un espacio visual que el espectador pueda guardar en su memoria. La obra invita a mirar a través de las puertas pero también busca impactar al espectador al encontrarse con nueve estructuras de grandes dimensiones».

En cuanto a las puertas restantes, una de ellas está colocada a la entrada del Niemeyer por el puente de San Esteban dando la bienvenida al visitante e indicándole lo que se va a encontrar más adelante. Mientras que la última es la más especial. Los artistas han buscado un «golpe de teatralidad y de sorpresa», pues está situada en la propia ría. Esto hace que la puerta vaya desapareciendo o apareciendo en función del movimiento de la marea. Además, por la noche esta última estará iluminada para provocar una mayor impresión en el espectador. Velasco destacó que «es una intervención directa con la naturaleza que sorprenderá a las personas que transiten por el paseo y no se la esperen en el agua».

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