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Foto de familia con José Carlos González, director de operaciones de Astufeito y anfitrión en la fábrica, primero por la izquierda.
Asturfeito concluirá en 2017 el criostato para un reactor de fusión nuclear en Japón

Asturfeito concluirá en 2017 el criostato para un reactor de fusión nuclear en Japón

Socios europeos y japoneses visitaron ayer en el PEPA un equipo que servirá para profundizar en esta forma de producción de energía

C. DEL RÍO

Jueves, 7 de julio 2016, 04:23

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La empresa Asturfeito concluirá en mayo de 2017 el criostato para el reactor de fusión nuclear JT-60SA, un proyecto internacional que se instalará en la ciudad japonesa de Naka y que tiene como objetivo profundizar en la producción de esta fuente de energía. Socios del consorcio europeo 'Fusion for Energy' y de la Agencia Japonesa de Energía Atómica (JAEA) visitaron ayer en las instalaciones de la compañía en el Parque Empresarial del Principado de Asturias (PEPA) un equipamiento que sólo conocían a través del ordenador y que será el que albergue la máquina de fusión nuclear, donde se intentará reproducir el sistema que tiene el sol para producir energía.

El criostato está fabricado en acero inoxidable y junto con la base, construida también en Avilés y que ya está en Japón, pesará 260 toneladas. La pieza, compuesta de doce segmentos, tendrá doce metros de diámetro y unos quince de altura. Construidos ya hay cinco, los que ayer impresionaron a los socios del proyecto internacional por su tamaño y otros siete que «irán a velocidad de crucero», según explicó ayer el jefe del proyecto, Luis Álvarez, que junto a José Carlos González, director de operaciones de Astufeito, ofreció las explicaciones a los visitantes.

«Este criostato alberga la máquina de fusión, donde unas bobinas superconductoras que necesitan trabajar en condiciones de criogenia, que es lo que le da el nombre a esta pieza, consiguen albergar el plasma donde se va a producir la reacción de fusión», explicó ayer José Carlos González. En la actualidad, no se ha descubierto ningún material que soporte la temperatura que se produce en esa fusión. Por eso, para recrear con éxito esa fusión, las bobinas superconductoras son magnéticas «porque así pueden mantener ese plasma suspendido y ahí es donde se produce la fusión». De ahí también que el criostato se construya en acero inoxidable «porque si fuera de acero convencional sería magnético y esas bobinas lo aplastarían».

La base es un triple anillo que construyó IDESA y en cuya mecanización y ajuste contó con la colaboración de Asturfeito. IDESA asumió aquel encargo porque la compañía que había ganado el concurso público, Construcciones Mecánicas, puso en marcha poco después de la adjudicación un expediente de regulación de empleo que impidió llevar a buen término el encargo.

Luis Álvarez explicó ayer que la mayor complicación en la fabricación de este criostato, que ha sufrido un retraso en la entrega, ha sido la soldadura y mecanización del material. «Al principio, con el primer segmento tuvimos que hacer muchas pruebas, prototipos para ver cómo se comportaba el material. Lo mismo ocurrió con la mecanización. Cuando mecanizamos el primero, debido a que es muy esbelto, la pieza se movía, se comportaba de forma diferente a la que pensábamos, y nos llevó un poco más de tiempo de lo estimado inicialmente», detalló.

Una vez resuelto el problema, Álvarez se muestra optimista respecto al nuevo plazo de entrega. «Los siete segmentos que faltan están todos en fase de construcción. Los últimos ya están soldándose». Cuando estén listos, tendrán que montarlos, medir la pieza resultante con láser, desmontarla, limpiar todas las partes, empaquetarlas y enviarlas a Naka. «Antes, volverán los socios japoneses para la aceptación final de la pieza», aclaró Luis Álvarez.

Trabajo desde 2013

Este criostato del proyecto JT-60SA ha implicado desde finales de 2013, fecha en la que Asturfeito firmó el contrato, a unos cuarenta trabajadores de los 250 de los diferentes departamentos de la empresa avilesina, desde oficina técnica a fabricación pasando por compras.

La fusión nuclear es la energía que se produce en el sol y no deja residuos. El proyecto JT-60SA sigue la estela del ITER (International Tokamak Experiment Reactor), el más importante y avanzado, instalado en la localidad francesa de Cadrache. El ITER es un proyecto conjunto de Japón, India, Corea, China, Europa y Rusia que podría comenzar a operar en 2025.

La ubicación de este reactor en Francia llevó a los socios europeos a tratar de compensar a Japón, que pugnaba por instalar el ITER en su país, con una oferta para aportar la mitad del presupuesto en especie en un segundo proyecto. Este fue el JT-60SA, un nuevo nombre para el 'tokamak' JT60 que tenía Japón. Tokamak es el acrónimo del nombre ruso que designa al aparato que fusiona partículas de plasma. «Prácticamente se está haciendo entero, sólo se mantienen algunas cosas del antiguo como los sistemas de calentamiento del plasma o las fuentes de alimentación», explicaba ayer José Botija, ingeniero del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y coordinador de la parte española de este proyecto internacional.

Reunión de trabajo

Hoy será el segundo y último día en Avilés de esta reunión de seguimiento internacional que ha servido para comprobar la ejecución de los trabajos. Ayer, reunidos en el Centro Niemeyer donde celebraron la primera jornada de trabajo, fueron recibidos por la alcaldesa, Mariví Monteserín, que les animó a disfrutar de la ciudad, pero principalmente alabó el trabajo y experiencia de Asturfeito.

«Estamos ante una nueva dimensión de industria, que va mucho más allá de la vieja concepción de la producción de grandes bienes de equipo, para especializarse en el desarrollo de productos con un alto nivel tecnológico, capaces de crear y formar grandes cadenas de valor, respondiendo en todo momento a las necesidades reales de nuestra sociedad desde la aspiración de contribuir a la transformación de nuestro planeta», ensalzó Monteserín.

Recordó que Asturfeito ha participado activamente en trabajos internacionales de primer orden como en la creación del acelerador de partículas del Laboratorio Europeo para la Investigación Nuclear (CERN) de Ginebra o la construcción del mayor observatorio astronómico en tierra del mundo, levantado en los Andes chilenos, dentro del proyecto ALMA.

Esto demuestra que es una «industria comprometida con el conocimiento, con la investigación, y con la innovación. Implicada en el desarrollo de grandes cadenas de valor capaces de dotar de altos niveles de productividad a las empresas y al territorio. Empresas que avanzan en la consolidación de ambiciosos procesos de internacionalización comercial que les permiten estar presentes de forma activa en los mercados más competitivos del mundo y asumir proyectos altamente ambiciosos».

Aprovechó para reafirmar el compromiso municipal con el recientemente constituido Parque Científico Tecnológico Avilés Isla de la Innovación, «que aspiramos a convertir en el mayor polo industrial de nuestro país». Al Parque se sumará en los próximos meses la 'Manzana del Acero', fruto de la colaboración del Instituto Tecnológico del Acero y Materiales, del que forma parte Asturfeito, y el Centro de Investigación de Arcelor Mittal.

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