Los 40.000 kilos subastados ayer suponen la mayor partida de bonito en lo que va de costera

La costera del bonito se anima. Ayer lunes se subastaron en la lonja de Avilés 40.000 kilos, volumen que constituye la mayor partida en lo que va de año, y para los próximos tres días se anuncian otros 54.000, 16.000 para hoy martes, 15.000 para mañana miércoles y 23.000 para el jueves. En cuanto a precios, ayer oscilaron entre 2,87 y 5 euros el kilo, en función del tamaño. Según fuentes de Nueva Rula de Avilés, sociedad mixta que gestiona la venta de pescado, en los últimos días se ha detectado la presencia de bonito a la altura de Cantabria, mayoritariamente de tamaño mediano o pequeño.

Junio tampoco fue un buen mes para el bonito en las comunidades vecinas. Galicia lo cerró con 200.000 kilos, el peor registro desde 2013 y menos de la tercera parte que el año pasado, cuando se subastaron 700.000 kilos. Al igual que en Asturias, la escasez hizo que el precio repuntase hasta alcanzar los 6,45 euros el kilo en Burela, principal puerto de venta de esta especie. Entre todas las lonjas de la vecina comunidad, la facturación cayó un 65% en relación al año anterior, cuando alcanzó los 2,8 millones de euros. En Cantabria las primeras descargas se registraron el 30 de junio, 28.500 kilos subastados en Santoña y Laredo, mientras que en el País Vasco también se hicieron esperar.

En cuanto al resto de pesquerías, en los últimos días ha entrado en Avilés algo de merluza del pincho capturada por barcos de Cudillero, que ya han retomado la actividad una vez concluidas las fiestas patronales, y también por uno con base en Burela, el 'O Cantiño', que probablemente regresará a vender a Avilés ante los buenos precios que obtuvo por sus capturas. Con todo, la mayoría de la flota del Cantábrico continúa al bonito con la esperanza de encontrar en los próximos días grandes bancos a la altura de Cantabria.

En este contexto, la principal preocupación de los pescadores radica en que el bonito no se marche lejos del Golfo de Vizcaya, como ya sucedió en años anteriores. Según algunos expertos, tal actitud podría deberse a un cambio en su conducta migratoria propiciado por un aumento de la temperatura del agua.

El año pasado la costera del bonito se cerró en Avilés con 900.127 kilos, en torno a un 24% menos que el año anterior, y una facturación de 4.130.900 euros, a un precio medio de 4,59 euros el kilo. A nivel de Asturias, las capturas ascendieron a 1.526.390 kilos, con un valor en primera venta de 6.840.087 euros.