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Julián Rus explicó en la Cámara de Comercio su posición en Los Telares en junio de 2015.
La Fiscalía pide una responsabilidad de 6,7 millones a Julián Rus por Los Telares

La Fiscalía pide una responsabilidad de 6,7 millones a Julián Rus por Los Telares

Le solicita dos años de inhabilitación debido a su participación en la gestión de abril a noviembre de 2014

josé maría urbano

Sábado, 30 de julio 2016, 03:52

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La Fiscalía ha solicitado en sus conclusiones sobre la calificación del concurso de extinción de Los Telares que su fundador, el empresario Julián Rus Cañibano, se responsabilice de atender hasta una cifra superior a los seis millones de euros de la cantidad total del déficit, además de solicitar para él la inhabilitación por espacio de dos años para administrar cualquier sociedad.

La petición de la Fiscalía ha sorprendido por su dureza contra el empresario, que en su día realizó todos los esfuerzos, utilizando incluso su patrimonio personal para intentar salvar la empresa, y finalmente optó por venderla a un fondo de inversión suizo, Gryphus Partners.

El concurso de extinción de Los Telares, que ha sido llevado por el despacho Leopoldo Pons, Abogados y Economistas, concluyó en su primera parte el 15 de julio de 2015 con el acuerdo con la plantilla de trabajadores, que poco después pudieron cobrar ya los atrasos salariales y las indemnizaciones a través del Fogasa.

Se abrió entonces en el mismo Juzgado de lo Mercantil Nº 3 de Oviedo, en Gijón cuyo titular en la actualidad es Rafael Abril Mazo y en aquel momento la jueza Carmen Márquez el proceso de calificación del concurso, es decir, si fue fortuito o culpable, y en este último caso quiénes habrían sido los responsables.

El despacho de Lepoldo Pons declaró fortuito el procedimiento desde dos años antes de que se presentase el concurso, de forma que la liquidación sólo afectaría desde la presentación de ese concurso hasta su liquidación. En ese periodo, el mismo despacho cargó prácticamente toda la responsabilidad en los gestores de Gryphus Partners, pero para poder acusarles también tuvo que imputar a Julián Rus un cierto grado de implicación, ya que había estado al frente de la empresa entre abril y noviembre de 2014.

En concreto, el despacho, tras dar trámite a todos los personados en ese concurso, pidió para Julián Rus una responsabilidad de 337.000 euros y el grado menor de inhabilitación, que son menos de dos años.

En cambio, para Gryphus Partners y sus tres gestores Zak Kasim (Zahid Ali Hussain Kasim), director general; Ulises Vega, director financiero; y Daniel Weber, administrador) la petición de responsabilidad ascendía, descontado lo que se pedía a Julián Rus, al déficit total de la compañía, que asciende a más de 21 millones de euros, en concreto 21.165.171 euros, así como una inhabilitación para los tres gestores de diez años.

Pues bien, la Fiscalía acaba de hacer su propuesta de calificación e impone en sus peticiones que Julián Rus se responsabilice de atender una parte de ese déficit por importe de 6.741.000 euros por el periodo que estuvo al frente de la empresa entre abril y noviembre de 2014. Y para los tres gestores de Gryphus Partners una responsabilidad por importe de 14.400.000 euros, más 10 años de inhabilitación, por su gestión entre diciembre de 2014 hasta la liquidación de la empresa, que tuvo lugar oficialmente el 16 de julio de 2015.

El administrador concursal había ponderado ante el Juzgado de lo Mercantil la actuación de Julián Rus Cañibano, que no sólo avaló personalmente una serie de actuaciones encaminadas a evitar el cierre de la empresa, sino que en un momento determinado optó por vender la compañía a un fondo de inversión suizo, cuya solvencia había sido avalada por Liberbank.

En el momento en que ese fondo se hizo cargo de la gestión de Los Telares, en el mes de diciembre de 2014, Rus pasó a percibir un sueldo mensual como mero asesor, sin ningún poder ejecutivo, hasta que tras poner de manifiesto su desaprobación con algunas medidas que estaban tomando los nuevos gestores, se le comunicó que ya no hacía falta que acudiera a su despacho a diario y que, cuando se estimase oportuno, se le llamaría a consultas. Poco después, la vigilancia jurada de la sede Los Telares en el polígono de Las Arobias le exhibió una orden de los gestores para impedirle su acceso a la empresa y a su despacho, cuando se disponía a recoger una serie de efectos personales.

Por todo ello, el administrador concursal tuvo claro en su informe de calificación que las responsabilidades del déficit acumulado de Los Telares imputables a Julián Rus eran mínimas, sobre todo tras haber solicitado a Suiza una serie de informaciones suplementarias sobre el fondo de inversión Gryphus Partners y llegar a la conclusión de que ese fondo ni siquiera existe como tal, sino que se trata de una sociedad instrumental.

Por todo ello, no ha dejado de sorprender la dureza de la Fiscalía en sus peticiones sobre las responsabilidades de Julián Rus. La exigencia de 6,7 millones de euros fue calificada de «barbaridad, a la vista de los hechos; la sensación es que ha ido a cuchillo», según algunos medios jurídicos consultados por este periódico.

Pendiente de vista judicial

La resolución de la calificación del concurso de extinción de Los Telares seguirá ahora pendiente de otra serie de trámites que deben desembocar en la vista judicial en el Juzgado de lo Mercantil Nº 3 de Oviedo, Gijón, en la que se examinarán ya a fondo las responsabilidades de cada uno de los actores de ese concurso. Lo que ha habido hasta ahora es la presentación del informe por parte del administrador concursal y las peticiones de la Fiscalía, pero será en el juicio en donde se dirimirán todas estas cuestiones y la resolución final del juez.

Una vez que las partes reciban la notificación correspondiente, dispondrán de diez días para contestar a la demanda. De momento, desde el despacho de Lepoldo Pons se ha ido pidiendo más información sobre el fondo Griphus Partners, que será aportada a la vista judicial cuando ésta se celebre.

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