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Un ejemplar con una cresta pegada a su cabeza.
Mavea pide sanciones para quienes ponen crestas postizas a las palomas

Mavea pide sanciones para quienes ponen crestas postizas a las palomas

Una colaboradora de la asociación localiza a más ejemplares violentados y con una calva en la cabeza tras desprenderse el fieltro adherido con pegamento

C. R.

Miércoles, 3 de agosto 2016, 08:15

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Tras la denuncia pública que, a través de LA VOZ DE AVILÉS, varios ciudadanos lanzaron sobre las crestas postizas que alguien colocaba en la cabeza a palomas, la asociación ornitológica Mavea se puso en marcha con la intención de documentar el maltrato. Una de sus colaboradoras, Ángeles Pastur, localizó a varios ejemplares con la susodicha cresta, en este caso de color azul, y «plumas largas pegadas a la cola». Días después, según su testimonio, el postizo que portaban dos de los ejemplares cayó «dejándoles una zona calva».

El 31 de julio, los miembros de Mavea decidieron capturar alguna de esas palomas para lo que previamente se avisó a la Policía Local «con el fin de que la autoridad estuviese informada de la operación y evitar denuncias».

Cuando llegaron a la zona seleccionada no había palomas pero las atrajeron con un poco de pan. «A los pocos segundos, más de 50 nos rodearon», afirman. Dos de ellas tenían un cresta azul «y se mostraban más desconfiadas que el resto». Con una red manual atraparon a una de las violentadas. Así pudieron examinar de cerca el postizo que daña la cabeza de las aves.

Se trata de una tela similar al fieltro, en doble capa, pegada sobre las plumas. «La cortamos sin problemas y quedó una capa de plumas libre», afirman. Esto tranquiliza parcialmente a los miembros de la organización que creen que dado el material y el tipo de unión a las plumas, «no creemos que esta 'broma' vaya a ocasionar problemas en la vida de las palomas salvo si se enganchan con algún cable o hilo, como ocurre en sus deformadas patas».

Contra lo que sí brama la asociación es contra esta «gamberrada» y contra su autor, al que se le debería atribuir un delito de maltrato animal, aseguran.

«Este tipo de acciones deberían ser gestionadas por la administración local y no por asociaciones particulares, pero el ayuntamiento avilesino sigue sin tener un albergue para animales y su política de atención a fauna urbana no existe o no se hacen las labores adecuadamente», lamentan.

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