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Agapito Pérez, en una imagen de archivo en la comisaría de Avilés.
El comisario de la Policía Nacional se jubila el viernes tras seis años en el cargo

El comisario de la Policía Nacional se jubila el viernes tras seis años en el cargo

Aún no se ha convocado el concurso para sustituir a Agapito Pérez, que recibirá un homenaje en una comida a finales del mes de enero

C. DEL RÍO

Miércoles, 4 de enero 2017, 07:14

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Agapito Pérez González, comisario de la Policía Nacional de Avilés, se jubilará el próximo viernes tras 44 años de servicio y seis en su último destino. Pérez, actualmente de vacaciones, ya no ha regresado al despacho que ocupaba en las dependencias de Río SanMartín en este año recién estrenado. Compañeros de otros cuerpos e instituciones preparan una comida-homenaje en Avilés para finales de enero. Se desconoce quién ocupará el cargo puesto que la plaza todavía no ha salido a concurso.

Pérez, asturiano nacido en 1952, tomó posesión como comisario de Avilés el 9 de febrero de 2010 en sustitución de Dámaso Colunga. Su primer destino había sido la Jefatura Superior de Policía de Asturias tras haber ingresado en el Cuerpo Nacional de Policía en 1972. Años después, fue destinado a la Comisaría Provincial de Ceuta, a la Jefatura Superior de Navarra, la comisaría local de Ibiza y la comisaría local de Benidorm.

Regresó a Asturias, de nuevo a la Jefatura Superior de Policía de Asturias, en 1994. Allí desempeñó funciones de jefe de grupo operativo y de sección en la Brigada Provincial de la Policía Judicial. Un año antes de llegar a Avilés, en 2009, fue ascendido a comisario, cargo que tuvo ocasión de desempeñar en primer lugar en la Brigada Local de Seguridad Ciudadana de Gijón.

Durante el acto oficial en su toma de posesión, Agapito Pérez expresó su intención de volcarse con los aspectos más sociales de la actividad policial, tales como la protección de las víctimas de violencia machista y la defensa de los menores. En este sentido, subrayó la importancia de las campañas contra el menudeo de drogas en las inmediaciones de los centros escolares y en las zonas de ocio de los jóvenes.

La estadística policial avala, seis años después, el cumplimiento de sus propósitos, si bien el año pasado se desmontó como tal el Grupo de Estupefacientes, integrado por cuatro agentes. Una cuestión organizativa a la que el comisario, en su siempre incómoda relación con los medios de comunicación, quitó importancia.

Recién elegido anunció también una vigilancia especial contra la violencia en bandas juveniles, un fenómeno que había generado algunos problemas en Gijón, de donde venía él, pero de baja intensidad en Avilés. De hecho, nunca ha aparecido reflejado en la memoria anual de intervenciones policiales.

Agapito Pérez ha tenido que hacer frente en estos años al mantenimiento de la estructura y el organigrama con una merma importante de recursos económicos. Poco dado a airear las dificultades del cuerpo, y menos aún de señalar responsables, lo cierto es que en estos dos últimos años la escasez de medios ha provocado alguna situación de malestar interno en la plantilla y un leve repunte de la criminalidad con los robos en domicilios y con violencia a la cabeza. No obstante, las estadísticas siguen situando a Avilés como una ciudad segura.

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