El Reglamento municipal impide a la junta local del PP sustituir a su portavoz

A la junta local del Partido Popular no le queda otra que mantener a Carlos Rodríguez de la Torre como portavoz del grupo municipal. El pasado miércoles, en una reunión previa a la celebración del Pleno, este órgano pedía la dimisión del edil asegurando que había perdido la confianza tanto de la presidenta como de la mitad del grupo y buena parte de la dirección local. Hoy por hoy, De la Torre no parece dispuesto a doblegarse ante esta parte de sus compañeros del partido, que apenas cuentan con mecanismos para apearle de esa portavocía.

El Reglamento Orgánico Municipal exige que, al principio del mandato, se comunique formalmente la composición de los grupos y se nombre a un portavoz. Para ello es necesaria la firma de todos y cada uno de los concejales que integren ese grupo. La duda surge cuando hay un relevo en la portavocía a mitad de mandato, algo que sucedió, por ejemplo, en el seno del grupo municipal socialista durante la pasada legislatura, cuando Luis Huerga. recién elegido secretario general, sustituyó en estas labores a Ana Concejo. En aquella ocasión hubo acuerdo entre los ediles y no se presentó ningún problema porque se pudo contar con la firma de todos ellos.

En la Secretaría municipal se interpreta que para realizar ese cambio bastaría con que lo autorizase una mayoría del grupo, pero ni siquiera así el PP podría dar el relevo a Carlos de la Torre, ya que aquí se da un empate técnico de tres concejales contra otros tres. De un lado, el propio De la Torre, que cuenta con el apoyo de Ana Bretón y Reyes Fernández Hurlé, y de otro Alfonso Araujo, Constantino Álvarez y Francisco Zarracina, afines a la junta local.

La situación es difícil, máxime cuando se está esperando el resultado de los congresos regional y local, que se sucederán a lo largo de los próximos meses. Unos esperan un cambio en la presidencia del PP regional, mientras otros están convencidos de que Mercedes Fernández revalidará en el cargo. Hasta entonces, la junta local no parece dispuesta a realizar ningún movimiento que pueda luego pesar en su contra. Maniega ya manifestó públicamente hace unos días, después del Pleno de presupuestos, que no abriría un expediente a los tres ediles que votaron en contra del mandato de la junta. «Podría hacerlo en otras circunstancias», señaló.

Las cosas, por tanto y salvo sorpresa, seguirán igual de tensas que hasta ahora, y con la duda de qué podrá ocurrir en las votaciones importantes. En el Pleno de anteayer hubo intervenciones de ambos bandos, y todos votaron unánimemente cada una de las cuestiones. La tirantez, eso sí, fue evidente sobre todo a la entrada de los concejales.

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